Hacía años que Iñaki Urdangarín (48 años) y la infanta Cristina (51) no salían de cañas por el centro de Vitoria, al menos desde que estalló el caso Nóos en 2011. La capital alavesa es el mejor refugio para el matrimonio y sus hijos en esta fiestas navideñas. Allí pasean o se sientan en las terrazas pero la gente es discreta, no les increpa y apenas les miran.

Este miércoles, la familia al completo junto a la infanta Elena y su hijo Froilán, que han ido a visitarles, ha tomado el aperitivo en el recién inaugurado bar La Escotilla, que en poco tiempo se ha convertido en el local de moda de la zona. Esta taberna marinera especializada en pescados y mariscos está regentada por el prestigioso restaurador vitoriano Josean Merino y se encuentra en pleno corazón de la capital alavesa, en la calle San Prudencio, 5. 

La infanta Cristina charlando con amigos este miércoles en Vitoria EL ESPAÑOL Imagen exclusiva de EL ESPAÑOL

Una vez más, la infanta Elena ha querido apoyar a su hermana en estos duros momentos ya que, de cumplirse las previsiones marcadas en el calendario legal del caso Nóos, podrían ser las últimas navidades de su cuñado Iñaki en libertad. Los Urdangarin han pasado la Nochebuena y la Navidad junto a la familia de éste en Vitoria, en la casa familiar del residencial barrio cercano al parque del Prado.

Iñaki Urdangarín con su mujer y amigos este miércoles en Vitoria EL ESPAÑOL Imagen exclusiva de EL ESPAÑOL

El exduque de Palma siempre se ha codeado con los sectores más influyentes de la ciudad desde que su familia se mudó a la capital vasca hace más de 20 años. A pesar del apoyo que encuentran en la zona, Claire Liebaert, la madre del duque,  se mudó a Barcelona tras enviudar en 2012 para pasar parte del año junto a su hija mayor.

Ana Urdangarín, cuñada de la infanta, también ha coincidido estos días en Vitoria. Ella y otro de sus hermanos, Mikel, han sido el gran apoyo del matrimonio durante todo este tiempo. Ambos estuvieron al lado de Iñaki durante la declaración de éste en el juicio del caso Nóos en la Audiencia de Palma. La infanta Cristina fue vista hace unos días en Barcelona, y de momento no piensa mudarse de Suiza, dónde los periodistas no la acosan con el juicio y donde sus hijos llevan una vida normal.

Los Urdangarín -Borbón han encontrado en Ginebra el exilio perfecto Gtres

La Otra Crónica de El Mundo publicaba hace unas semanas lo que dijo la Infanta antes de abandonar la sala del juicio. "Qué ganas tengo de que acabe esto para no volver a pisar este país".

 A excepción de su madre, la reina Sofía, y de su hermana Elena, el resto de la familia de Cristina le ha hecho el vacío estas fiestas, como es habitual desde que la Casa Real les apartase de sus funciones.

Lejos de lo que se especuló, el matrimonio y sus cuatro hijos están más unidos que nunca. Juan (16), Pablo (15), Miguel (13) e Irene (11), los cuatro hijos de los Urdangarin de Borbón, siguen con sus estudios en el elitista École International (Ginebra), que cuesta 30.000 euros al año por alumno. Su trabajo en La Caixa como directora del Área Internacional de la Obra Social es estable y así seguirá siendo de momento. Comenzó a trabajar en La Caixa en 1992.



Será el 31 de marzo cuando Iñaki Urdangarín sepa si tiene que ir a la cárcel o no. Ese es el plazo máximo que ha concedido la Audiencia de Palma a las tres magistradas del caso para que dicten sentencia. En caso de ser privado de libertad, podrá recurrir por lo que su entrada en la cárcel podría demorarse.

Noticias relacionadas