La actriz murciana Bárbara Rey disponía de una caja de seguridad en el mismo banco luxemburgués, Kredietbank, en el que el antiguo CESID le abrió una cuenta para transferirle unos 25 millones de las antiguas pesetas al mes, según publica Ok Diario.
Así se desprende de los movimientos de dicha cuenta. "Localitation coffre SG 2144" le serviría a Rey para guardar documentación sensible e incluso se baraja que pudiera albergar algunas de las famosas cintas grabadas en sus relaciones íntimas con Juan Carlos I y que fueron sustraídas de su chalé de Boadilla del Monte por los servicios secretos, según denunció la propia actriz en una comisaría de Madrid en 1997.
Bárbara Rey sigue negando tanto la cuenta como la caja de seguridad.
Sin embargo, según publica Ok Diario, los exresponsables de los servicios secretos españoles aclaran que si se contrató una caja fue porque ella lo pediría y que Luxemburgo es un buen lugar para la "privacidad de documentación sensible", aunque no tienen registro de para qué pudo ser utilizada.
Lo que tienen claro ambas partes es que la actriz guardaba muchas grabaciones comprometedoras que nunca han salido a la luz. "Por mi seguridad están en un lugar blindado", asegura Bárbara Rey.
Exespías del antiguo CESID aseguran que estaban convencidos de la veracidad de la amenaza de las cintas puesto que la actriz tenía medios tecnológicos para ello. Por eso, Bárbara Rey se convirtió en un asunto de Estado.
En la denuncia que presentó en la comisaría de Tetuán tras el robo de este material en su chalé se aseguraba que había "carretes fotográficos sin velar, cintas grabadas de varios autores, una agenda personal….tres cintas de cassette, cinco vídeos, 20 diapositivas…" que pondrían en peligro "a una persona muy importante".
Sin embargo, la actriz no desveló a quién afectaba este material y llegó a un acuerdo económico con el antiguo CESID para dejar tranquilo el tema, que los servicios secretos españoles no cumplieron.
La actriz justificaba esos pagos como compensación al "desgaste profesional" pues Bárbara Rey le aseguró a los espías que su relación con Juan Carlos I no la dejaba trabajar con normalidad.