Hubo un tiempo en el que los españoles pensaron en ella como la princesa ideal para ocupar algún día el corazón de Felipe de Borbón (47), y por ende el trono español. Tal es la simpatía que despierta la futura reina de Suecia, que no sólo sus compatriotas están deseando verla heredar la corona de su padre, el controvertido rey Carlos Gustavo (70), al que en los últimos años han acompañado más escándalos de los que le gustaría.
Este jueves Victoria Ingrid Alice Desirée de Suecia (Victoria de Suecia para el común de los mortales) cumple 39 años y lo hace aún como princesa, puesto que su progenitor ha manifestado en más de una ocasión que, aunque su hija mayor está perfectamente preparada para reinar, no piensa abdicar mientras su salud se lo permita. La primogénita de los reyes suecos tendrá que conformarse de momento con la dulce espera, a la que contribuyen su marido y ex entrenador personal, Daniel Westling (42), y sus dos hijos, Estelle Silvia (4) y Óscar Carl Olof (4 meses).
Este año la celebración será de perfil bajo, muy similar a la de los últimos cumpleaños. El parque del Castillo de Solliden, en la isla de Öland, abrirá sus puertas a las 11 de la mañana y poco después se desplazarán hasta allí los reyes suecos junto a su hija mayor y el marido de ésta.
Ya por la tarde, la familia al completo -los reyes con sus tres hijos y sus respectivas parejas- asistirán al festejo principal del tradicional Día de la Victoria en las instalaciones deportivas de Borgholm, en la misma isla. Allí la música al aire libre amenizará la velada y la propia Victoria de Suecia entregará las becas deportivas que llevan su nombre.
Se prevé que sea en 2017 cuando el cumpleaños de Victoria de Suecia se celebre por todo lo alto. Cumplirá entonces 40 años. Además del Día de la Victoria, la hija de Carlos Gustavo y Silvia podría sorprender con un posado familiar en alguna publicación sueca o con una entrevista.
CONTRA VIENTO Y MAREA
La royal más valorada por los suecos se encuentra en uno de los mejores momentos de su vida. Lejos quedan ya sus luchas contra la anorexia o la ansiedad por tener que leer en público debido a la dislexia. Victoria de Suecia ha superado los problemas que un día le hicieron perder su característica y apreciada sonrisa y lo ha hecho con el apoyo de toda su familia, especialmente de su marido.
Desde que la heredera y Daniel Westling se conocieron en un gimnasio se volvieron inseparables y en la actualidad son los mejores valedores de una de las coronas del Viejo Continente que aún no se ha renovado con la nueva generación de príncipes y reyes europeos como sí lo ha hecho España, Bélgica, Mónaco o Países Bajos.
Victoria se suma así a otros herederos que continúan esperando su momento, todos ellos hombres por cierto: Carlos de Inglaterra, Federico de Dinamarca, Haakon de Noruega y Guillermo de Luxemburgo.