La familia real saudí reconquista Marbella
- El príncipe Abdul Aziz, encargado del control del petróleo de Arabia, oró este jueves en la mezquita y cenó en el club marbellí.
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El príncipe Abdul Aziz, hijo del rey Salman (80 años), llegó el jueves a Marbella para instalarse en el Palacio de Riad. La llegada de los saudíes con sus séquitos es esperada como agua de mayo año tras año por hoteleros y comerciantes de la ciudad, aunque en el último lustro se han ido espaciando y sus apariciones son cada verano más discretas. Para algunos incluso son ya casi imperceptibles, sobre todo desde que el monarca saudita decidió veranear en Tánger.
El rey de Arabia Saudita lleva ya varios días mojándose en la playa de Jbila, en el país vecino alahuita, donde pronto tendrá lugar la boda real del año, muy esperada por las casas reales de medio mundo.
La zona entera de Jbila, según ha sabido JALEOS, está blindada con fuertes medidas de seguridad, incluidas fragatas del ejército en el mar, así como un destacamento en el campamento de militares, adherido al palacio real. Poco a poco la extensa familia real se va trasladando al país marroquí con sus hijos, nietos y biznietos para reunirse con su padre. Todos ellos residen en los palacios de la ciudad costasoleña marbellí.
El último en llegar a Marbella ha sido su favorito, el príncipe Abdul Aziz, al que su padre ha coronado como ministro del petróleo en Riad, y está a cargo de todo lo que se mueve referente al 'oro negro' en Arabia Saudí. Tanto él como su familia residen con todo su séquito en el Palacio Al Ryad de Marbella, en plena milla de oro.
Según ha sabido este medio, desde que llegaron han frecuentado todos los locales de la Milla de Oro. La primera noche hicieron su salida en el Sea Grill de Puente Romano y en los Bandidos. El viernes acudieron a la oración de la mezquita y, ya por la noche, al restaurante Marbella Club.
Pronto harán las maletas para la boda real en Tánger. Si bien el heredero del monarca es Mohamed (32), hijo de la esposa que Salman tiene en Tánger, el príncipe Abdul Aziz es el brazo derecho del Rey y le quiere tener cerca estos días para ultimar los preparativos del evento.
La lujosa zona del Mirage y el mismísimo barrio Boughaz está tomado desde hace un mes en Tánger para la boda que tendrá lugar este mes de agosto. Todo se está cuidando para que las nupcias del hijo del rey sean por todo lo alto. Los invitados llegaran por tierra, mar y aire. Más de setecientos coches habrían sido alquilados para los asistentes. También toda la hostelería completa en el barrio de Malabata.
Desde que Salman tiene sus preferencias por el país vecino, donde goza de su lujoso palacio tangerino en la playa de Jbila, la economía se ha resentido en Marbella. Desde hace dos años el monarca prefiere el destino marroquí. Es de entender. El país alahuita le brinda privilegios que en Marbella no tiene: una playa privada de kilómetros de arena fina y dorada, vigilancia en las inmediaciones de sus dependencias y un acuartelamiento militar que rodea su palacio.
Este año el rey estrenó muy pronto el verano en su reducto marroquí. Llegó de Francia con un séquito de un millar de personas que ya llenan las calles de Tánger. El yate del monarca ya está anclado en el puerto principal de la ciudad para sus salidas por los bellos acantilados marroquíes. La playa de Jbila esta destinada para él. De hecho, hasta las grutas de Hércules se han cerrado para el turismo.