Diana de Gales confiaba sus sentimientos y sensaciones más profundas a su inseparable guardaespaldas, Ken Wharfe. El responsable de la seguridad de Lady Di contó en sus memorias los secretos más íntimos de la princesa inglesa que ahora han sido rescatados por el Daily Mail.
Entre los extractos más polémicos se encuentran las reveladoras declaraciones de Diana a su compañero durante su estancia en Palma de Mallorca cuando fueron invitados por los reyes eméritos. La isla balear sirvió de escenario para que la esposa de Carlos de Inglaterra (67) abriera su corazón al guardaespaldas a quien confesó que su matrimonio llevaba muerto desde el nacimiento de su segundo hijo, Harry (31). Pese a los intentos de la royal por recuperar el amor de su marido, todo fue en vano, "no dormimos juntos desde hace dos años" contaba a Wharfe con lágrimas en los ojos.
Pero esa no era la única preocupación de Diana durante sus vacaciones en Marivent. Lady Di sentía demasiada atención por parte de Don Juan Carlos, que pasaba los límites, según ella, de lo amigable. "Es horrible...es encantador, pero demasiado atento. Es un sobón" le dijo la inglesa a su confesor mientras recalcaba la molestia que le causaba la situación. "Creo que le gusto" afirmó la princesa, a lo que su entonces esposo respondió con un "son simples imaginaciones tuyas" y zanjó el asunto como si nada.
Los fragmentos que ha recopilado el diario inglés recuperan anécdotas que han permanecido escondidas hasta el momento y que solo la discreción del guardaespaldas mantenía en su poder. Los episodios más relevantes de las memorias de Wharfe hablan de los hijos de Lady Di y Carlos de Inglaterra; de cómo este último conoció a Camila Parker Bowles (69); y del sufrimiento de Diana en su matrimonio, porque como ella misma afirmó "éramos tres" en esa relación, en alusión a la vida paralela de él con su actual mujer.
Ken Wharfe era el compañero de andanzas de la princesa, porque su trabajo así lo requería, donde ella estuviera tenía que estar él. Eso le dio la oportunidad de vivir en primera persona cantidad de situaciones que quedarán por siempre en la retina del guardaespaldas y el cual puede presumir de haber conocido como pocos lo han hecho a la princesa. Ese privilegio le lleva a dudar a veces de la veracidad de lo que ella le contaba, precisamente porque conocía muy bien su carácter y forma de ser, y en ocasiones Lady Di pecaba de demasiado bromista. Su seriedad a la hora de contar bromas era tal que en muchas ocasiones no se sabía si hablaba con la verdad o era pura invención; "su humor era a veces muy salvaje", recuerda Wharfe. Sea como fuere, su estrecha relación con Diana de Gales queda plasmada en estas memorias de las que cada frase puede convertirse en un titular.