En un sencillo mercado de Nueva Delhi, una joven reina Sofía (78) pasea acompañada de dos mujeres. Camina pausada, con una sonrisa y sin que nadie la reconozca. "Compró vestidos para sus hijas, joyas baratas y sencillas para ella, y paró durante un buen rato con una adivina que quiso leerle la mano".
La anécdota, aunque de hace algunos años, refleja el carácter sereno y elegante de la madre del rey Felipe VI (48). Lo cuenta Pilar Tena en su novela La embajadora (Roca Editorial, 2016), una novela de tintes policíacos ambientada en la India de finales de los 80. Tena era la mujer del embajador español en Delhi y de sus encuentros con gente interesante no duda en señalar a la reina como su personaje favorito.
"La reina Sofía me ha impactado a lo largo de mi vida", comenta a EL ESPAÑOL la escritora, "es una persona extraordinaria, culta en el sentido más profundo de la palabra. La primera vez que la conocí, que fue en ese viaje que te cuento, se mostró interesada por todo, quería saber y preguntaba cosas profundas, nada de tonterías".
"Nadie la reconoció, hubo suerte y no se cruzaron turistas españoles. La adivina se lanzó hacia ella y dulcemente, provocando una breve alarma de los policías, cogió su brazo y la empujo para que entrara en su puesto y le dejara leer su mano. Ante la sorpresa de sus acompañantes, la reina accedió, dirigiéndoles una sonrisa cómplice para que la dejaran sola. Siguió a la adivina hacia el interior atravesando varias capas de cortinas de seda de diferentes colores. Estuvo allí casi media hora y salió resplandeciente, cuando y a los demás empezaban a preocuparse. No les contó nada, ni se atrevieron por supuesto a preguntar, pero durante el trayecto de vuelta, sentada en el asiento trasero del viejo Mercedes del embajador, apenas habló, mirando por la ventana con una expresión risueña".
El recuerdo, plasmado en la novela, sirve a Tena para incidir: "He tenido la suerte enorme de conocer a doña Sofía y puede decir de ella las palabras más agradables porque es la persona que más me ha impresionado en mi vida". Y su primer encuentro muestra esas maneras de Sofía que marcaron a Tena. "Fueron 24 horas de intimidad que guardo como un tesoro".
Los Urdangarin navidades en Vitoria
Nada debió contarle la adivina de las penas que la aguardaban. Porque el Caso Nóos sigue persiguiendo a la reina. Esta semana, el juzgado de Palma ha dado una prórroga a la jueza del caso para que le dedique su tiempo en exclusiva hasta marzo. La sentencia debía estar lista a finales de este año, tal y como admiten desde Palma, pero el gran volumen de trabajo que supone este caso no ha permitido que se dicte en el tiempo acordado. Ahora esperan poder tener listo el veredicto en marzo como muy tarde, aunque la cautela impera en las palabras de los expertos, que avisan de que podría llegar incluso más tarde. Si la juez no termina en los plazos esperados, deberá seguir con el Caso Nóos y compaginarlo con otros.
Lo que supone este cambio es que la familia de la infanta Cristina cuenta con unos meses más para estar juntos. Si se hubiera emitido en el momento esperado, la sentencia, con toda probabilidad condenatoria en el caso de Iñaki Urdangarin, habría ennegrecido la celebración de la Navidad, que ahora se presenta con cierto alivio en la familia. Seguramente doña Sofía, entregada a los suyos, ha respirado un poco al saber que podrá disfrutar de la compañía de su hija Cristina y su familia.
Las pasadas Navidades, los Urdangarin de Borbón ya no han pisado la Zarzuela ni el 24 ni el 25 de diciembre. Suelen viajar a Vitoria y encontrarse con los Urdangarin, reuniones a las que a veces se ha sumado la infanta Elena.
Esos pasajes oscuros son los que alejaron a la reina Sofía de la opinión pública. Los que le han dado los peores momentos de su reinado. Y Pilar Tena arruga el gesto al recordar las críticas que recibió la reina emérita en los últimos días del mandato de su marido. "Eso es anecdótico, la reina ha sido una mujer con una carrera sin tacha, las criticas que recibió son injustas y se caen por su propio peso".
Tena, hija, hermana y esposa de diplomático es una mujer elegante y con estilo, alaba la labor de la reina Sofía y prefiere callar cuando se le pregunta por la reina Letizia (44). "Prefiero no mojarme", advierte discreta. De quien sí habla, y no demasiado bien, es de Felipe González, a quien conoció durante su estancia en la India hace décadas. "No lo reconozco, es de esas personas a las que preferirías no volver a ver, no entiendo cómo ha llegado hasta este momento y no estoy nada de acuerdo con su actitud".
La diplomacia sirve para saber moverse en un mundo de tiburones, para no dar la opinión personal sobre cuestiones importantes sin que nadie se dé cuenta. Y Pilar Tena sabe hacerlo pero cuando le tocan lo que le importa, como la situación de España en el panorama internacional, no duda en hablar. Y en sus palabras resuena el nombre de la reina Sofía como ejemplo de saber estar y de saber llevar el nombre de su país con dignidad y excelencia por allí por donde pasa. Tiempos pasados.