Letizia, la reina que no se conforma con ser consorte: los momentos más decisivos del año
Éste ha sido el año de Letizia. La esposa del rey Felipe ha reivindicado su terreno pero también ha dejado clara cuál va a ser, a partir de ahora, la línea a seguir. La reina consorte pisa fuerte.
24 diciembre, 2016 20:46Noticias relacionadas
Para Letizia (44 años), este segundo año de su reinado ha sido el de la consolidación. El cambio que manifestó después de que el rey Felipe (48) tomara el relevo de su padre en 2014 se ha hecho ahora mucho más visible y evidente. Ahora ella decide con más aplomo con qué estilismos arriesga y cuál es exactamente su papel, notablemente alejado de la actuación de una mera consorte, como hacía su suegra, la reina Sofía (78). Aunque tiene claro que determinados actos oficiales son exclusivos de su marido por su condición de jefe del Estado, como las tomas de posesión gubernamentales.
La reina Letizia no quiere estancarse ni quedarse relegada a un papel testimonial y de acompañamiento silencioso. Prefiere pasar a otro mucho más activo en el que ella se siente más cómoda y relajada. Así lo ha demostrado este 2016, en el que ha reivindicado tanto su nuevo rol como su nuevo estilo, mucho más arriesgado que en años anteriores.
Y parece que lo ha conseguido, porque la conversión favorable de la opinión pública hacia la monarquía se debe en parte al savoir faire de los actuales reyes, Letizia incluida. Ella misma ha logrado consolidar su imagen dando muestras continuas de la seguridad y aplomo propios de su personalidad. Y eso que las oportunidades de demostrarlo han sido menores que en 2015, pues debido a la situación política sus viajes al extranjero -una de las mejores ocasiones para hacer gala de la representación institucional patria- se han reducido un 60% en 2016.
Letizia ha cerrado su mejor año, pues su cambio de actitud ha resultado ser un éxito. Ahora disfruta junto a su familia de unas vacaciones que ella siempre se ha encargado de reivindicar. La agenda oficial de la Familia Real está vacía -con la salvedad del discurso navideño del rey Felipe, grabado hace unos días- hasta la celebración de la Pascua Militar, ya en enero, por lo que la reina consorte puede dedicarse, desde el pasado lunes, al que considera su mejor papel: el de madre, y dejar a un lado el resto de facetas que han marcado el 2016.
Letizia 'rompedora'
Sin duda, una de las imágenes del año, en lo que a la royal se refiere, fue su estilismo en la cena con los galardonados de los premios Luca de Tena, Mariano de Cavia y Mingote en la Casa de ABC. Por primera vez, Letizia se arriesgó con un look 'efecto mojado', un maquillaje ahumado y un vestido de aplicaciones metálicas multicolores de Nina Ricci valorado en 2.500 euros. Una imagen más propia de actriz de Hollywood que de reina que le granjeó numerosos aplausos.
Letizia 'seductora'
Así es como la define precisamente la revista francesa Royals después de ver las últimas elecciones de Letizia en sus actos oficiales, sobre todo el que lució durante la entrega de premios Francisco Cerecedo. "Operación seducción" es como titula la prensa francesa para resumir el triunfal año de la reina consorte.
Letizia 'reivindicativa'
El mes pasado la esposa del rey Felipe decidió seguir la línea que había marcado al inicio de su reinado y no acudir a la toma de posesión del nuevo presidente del Gobierno, Mariano Rajoy (61). En lugar de eso, Letizia viajó a París para pronunciar un discurso en el marco del Congreso Mundial del Cáncer. No era la primera vez que plantaba a la esfera política española. Ya lo había hecho en anteriores juras ministeriales.
Letizia 'hastiada'
La cara de pocos amigos de Letizia durante la apertura de la legislatura, el pasado mes de noviembre, generó no pocos comentarios que se preguntaban por el motivo de dicha seriedad durante un acto de tal envergadura política. Los asistentes al acto destacaron la actitud distante y la ausencia de sonrisas en el rostro de la reina, cuyo único cambio se produjo cuando se dirigía a sus hijas, de las que estuvo pendiente durante toda la ceremonia.
Letizia 'independiente'
Que a la reina consorte le gusta romper las tradiciones es algo de sobra conocido. Por eso no es de extrañar que eligiera el día de su cumpleaños para romper con el protocolo y aplicar sus propias normas a ciertos actos oficiales, por muy de gala que sean. Así lo hizo en septiembre durante el inicio de la nueva temporada del Teatro Real, cuyo dress code marcaba traje largo, pero Letizia prefirió lucir un vestido negro corto con la parte baja de encaje que incomodó e impactó a partes iguales a los asistentes, afanados en cumplir a rajatabla con el protocolo.
Letizia 'lideresa'
La personalidad de Letizia se ha manifestado también en los actos de índole castrense. El pasado mes de junio, la reina decidió continuar con la regla no escrita que había implantado para acudir a los eventos militares sin recurrir al negro ni a la mantilla y peineta. En Salamanca volvió a reivindicarse con un conjunto de vestido corto y abrigo en tono rosa, una línea a la que el Ejército ha tenido que acostumbrarse.
Letizia 'segura'
La esposa del rey Felipe ha logrado este año hacer caso omiso de las críticas a su vestimenta y, sobre todo, a su físico. Conocedora de que sus delgados brazos son objeto de todo tipo de comentarios acerca de su dieta o afición desmedida al deporte, la reina optó por obviar las informaciones que la cuestionan y se plantó en la entrega del premio Planeta con un controvertido top negro de cuello halter con lazada y hombros al aire que dejaba al descubierto sin tapujos sus comentados brazos. Su actitud este año ha demostrado que está por encima de cualquier crítica.
Letizia 'arriesgada'
Siguiendo la estela marcada por la entrega del premio Planeta, días después la propia Letizia volvía a reivindicarse con un vestido lencero estilo Gilda en el concierto previo a los premios Princesa de Asturias en Oviedo. Con un look negro con escote made in Varela ajustado con cinturón joya, ondas al agua y labios rojo, la reina lucía, una vez más, un estilo más propio de actriz de cine que de reina de España.
Letizia 'moderna'
Si hay una característica de la nuera del rey Juan Carlos (78) que ha destacado sobre todas las demás este 2016 es, además de la reivindicación de su papel como reina, la consolidación de su imagen, arriesgando lo que fuera necesario. Así, han sido numerosos los actos en los que Letizia ha recurrido a las últimas tendencias estilísticas tanto en lo que se refiere al maquillaje como a la peluquería o incluso a la manicura, pintándose, por vez primera, las uñas con los colores de moda.
Letizia 'ahorradora'
Uno de los rasgos que definen a la reina consorte es su capacidad para reciclar looks. Este año no ha sido una excepción y en ocasiones hemos asistido a las repeticiones estilísticas de Letizia, aunque fueran vestidos de gala o incluso de bodas. Así lo hizo durante uno de los escasos viajes al extranjero que ha realizado este 2016. Una vez que retomó su agenda internacional viajó a Portugal, donde su encuentro con Sara Carbonero (32) fue uno de los acontecimientos más comentados. Allí la reina recurrió al abrigo-vestido firmado por Varela con el que acudió a la boda de Guillermo de Luxemburgo (35) y Stéphanie de Lannoy (32) en 2012.
Letizia 'influyente'
Los ciudadanos patrios han visto, al fin, cómo la reina consorte ha abierto su armario a todo un abanico de diseñadores españoles, no sólo a Felipe Varela (48), algo que ha agradado a propios y extraños, que la consideran la mejor representación de la Marca España y toda una mujer influyente en el mundo de la moda. Durante la recepción a las autoridades baleares en Palma de Mallorca, Letizia eligió a Juan Vidal (36) para lucir uno de sus diseños más elogiados. Poco después hacía lo propio en su tierra, Oviedo, con el diseñador Marcos Luengo, luciendo un abrigo rosa que se agotó en pocos días.
Letizia 'triunfadora'
Uno de los estilismos que mejor resume el año de la reina consorte es, sin duda, el que lució durante la entrega de los Premios Princesa de Asturias 2016 en Oviedo. Las críticas se tornaron positivas, como la mayor parte de sus elecciones estilísticas durante el presente año, y la seguridad y el aplomo con el que pisaba sobre la alfombra azul fueron los mismos que ha marcado este 2016. El semi-recogido bajo a base de ondas fue lo más alabado de un atuendo, marcado de nuevo por Varela, junto a uno de los visibles cambios de actitud de Letizia que se tornó en más significativo si cabe teniendo el cuenta el lugar en el que se encontraba: la reina se emocionó durante los premios, algo que no ocurría desde 2004 debido a su contención y control emocional férreo. Este año, al fin, Letizia se ha permitido mostrar rasgos más humanos.