Me siento sumamente aislada, ahora más que nunca, ya que preveo lo que va a suceder con este país y en esta familia
Son las palabras de Diana de Gales tan sólo 12 meses antes del anuncio oficial de su separación de Carlos de Inglaterra (68 años). Ni siquiera se había publicado aún la célebre biografía de Andrew Morton, Diana, su verdadera historia, en la que Lady Di confiesa todas sus desdichas matrimoniales, cuando la princesa del pueblo decidió volcar su frustración y desesperación en dos misivas enviadas a un íntimo amigo diseñador.
Desde este miércoles, cualquier ciudadano de a pie podía tener este nuevo testimonio de la ex nuera de Isabel II (90) en su casa, si para ello abonaba al menos 800 libras (940 euros) en el marco de una subasta celebrada en Cirencester (Inglaterra) a cargo de la Casa de subastas Dominic Winter.
"Siento que crees en mí, y no tienes ni idea de lo que esto significa para mí, porque me siento continuamente incomprendida por los que me rodean (...). Me importa tu consejo y poder transmitirte mis pensamientos internos. Con mucho amor, Diana", concluye una de las dos cartas remitidas a Dudley Poplak, fallecido en 2005 y al que Lady Di conoció una década antes debido a un proyecto de diseño de interiores de una de las casas de los príncipes de Gales.
Esta semana, un coleccionista privado ponía a la venta estas cartas que Diana escribió de su puño y letra (y con el sello de Kensington) cuando su matrimonio ya hacía aguas.
Sabía que unos meses después estallaría el problema. La biografía de Andrew Morton fue el punto de partida de lo que Isabel II calificó más tarde como su annus horribilis. En 1992, el príncipe de Gales y su esposa anunciaban su separación, que se ratificó cuatro años más tarde en forma de divorcio. Hace casi 20, en 1997, Diana perdía la vida en un trágico accidente en París que el imaginario colectivo aún conserva en su retina.
Precisamente este año se celebra el 20 aniversario del fallecimiento de Lady Di. Sus hijos se han puesto ya manos a la obra para preparar un homenaje a su madre. Medios como Daily Mail aseguran que ni Guillermo (34) ni Enrique (32) quieren que se lleven a cabo actos oficiales a cargo de la Casa Real y han rechazado cualquier intervención de la reina Isabel II en la organización de una celebración "de perfil bajo".