Jaime de Marichalar (53 años) ha cambiado radicalmente de actitud en los últimos días. De enfrentarse a Pablo Iglesias (38) para respaldar la misa y defender a su hijo Felipe Juan Froilán (18) y a su ex suegro, el rey Juan Carlos (79) ante lo que considera continuos ataques mediáticos, ha pasado a a guardar un absoluto silencio. E, incluso, a retractarse de unas declaraciones vertidas hace días en un medio en las que aseguraba que España era una "república bananera".
"Déjeme en paz. Ya no voy a decir nada. Es mentira que yo haya dicho lo que se ha publicado. No he hecho declaraciones a nadie", aseguraba este miércoles a su salida de un gimnasio situado en el madrileño barrio de Salamanca. Lo hacía algo demacrado y desorientado, así como con un aspecto desgarbado. Llevaba el pelo más largo de lo normal, una mochila al hombro y su inseparable manos libres en la oreja.
El reportero de Sálvame le preguntaba entonces si había recibido algún aviso desde Zarzuela que le impidiera seguir hablando de la Casa Real ante los medios. "A mí no me han dado ningún toque de atención", respondía Marichalar visiblemente molesto.
No es la primera vez que el ex marido de la infanta Elena (53) sale en defensa de su hijo Froilán para después desdecirse de unas declaraciones suyas al respecto. Ya lo hizo el año pasado, cuando su primogénito viajó a España para disfrutar de las vacaciones de verano y comenzó a frecuentar una conocida discoteca de la capital, llegando al punto de alternar hasta altas horas de la madrugada sin avisar a su progenitor, que muy preocupado envió a una patrulla a buscar a su hijo. Las continuas salidas de Froilán, así como su nueva afición taurina, no son del agrado de la infanta Elena y su ex marido.