Phileas Fogg necesitó 80 días para visitar 10 países. Al rey Juan Carlos (79 años) le ha bastado la décima parte para recorrer cuatro. En esos ocho días, el monarca emérito ha acumulado más de 15.500 kilómetros, pero no por cuestiones de agenda, sino por capricho personal. Los problemas de movilidad que arrastra desde hace varios años no parecen haber sido un impedimento para que el que fuera jefe del Estado hasta hace tres años se dedique a disfrutar de la vida como si de un bon vivant se tratase.
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Lo cierto es que en los últimos meses, el rey Juan Carlos ha reactivado sus apariciones públicas e intensificado su agenda oficial. Sin embargo, este nuevo giro en el seno de la Casa Real se ha tornado, en la última semana, en una sucesión de actividades de índole privado y personal que han llevado al monarca incluso hasta el otro lado del Atlántico.
Tres son los acontecimientos deportivos que ha hecho que el rey Juan Carlos se haya recorrido 15.500 kilómetros en apenas una semana. Cardiff (Gales) fue el primer destino del padre de Felipe VI (49) el pasado sábado 3 de junio. Hasta allí viajó para presenciar la final de la Champions League que enfrentaba al Real Madrid con la Juventus y que se saldó con la victoria del primero. Lo hizo junto al presidente del Gobierno, Mariano Rajoy (62); la alcaldesa madrileña, Manuela Carmena (73) y la presidenta de la Comunidad de Madrid, Cristina Cifuentes (52). "Este año me ha mandado mi hijo", justificaba su presencia el emérito mientras bajaba a saludar a los jugadores al vestuario.
Tras el fin de semana galés, el rey Juan Carlos repuso fuerzas en Madrid y pronto puso rumbo a su siguiente parada: las Islas Bermudas. Un total de 5.500 kilómetros a bordo de un avión para presenciar una de las jornadas de la 35ª Copa América de Vela y conocer de primera in situ el proyecto Spanish Impulse, la embarcación que participa en la Copa América Juvenil de Vela 2017 durante toda esta semana. El monarca emérito compartió unos momentos con los regatistas justo después de los entrenamientos oficiales y pudo visitar de primera mano el barco con el que compite el equipo.
La tercera y última parada internacional de la semana tenía lugar este mismo domingo. Tras haber deshecho las maletas de Bermudas, el rey Juan Carlos volvía a hacerlas de nuevo para viajar hasta París y apoyar al tenista Rafa Nadal (31) en la final del torneo Roland Garros. En las gradas coincidió con la novia del deportista, Xisca Perelló (28), así como con la actriz Nicole Kidman (49) y el jugador de baloncesto Pau Gasol (36), muy amigo del mallorquín. Tras la victoria de Nadal, el monarca emérito regresó a Madrid.
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15.500 kilómetros después, el que fuera jefe del Estado se encuentra en la capital, donde permanecerá esta semana pero no descansando, sino haciendo frente de nuevo a varios actos oficiales. Este lunes acompañaba a su hijo al estadio Vicente Calderón, donde la Fundación Cotec presenta un nuevo informe. Dos días después se encontrará con su mujer, la reina Sofía (78). ¿La razón? Recibirá un homenaje de la Asociación Diálogo.
Los viajes proseguirán a finales de esta semana, pero ya dentro de nuestras fronteras. El rey Juan Carlos seguirá cumpliendo con la agenda oficial, eso sí, lo hará con una actividad que es de su agrado: la visita a una bodega, concretamente la de la productora del vino Macán en Samaniego, Álava.
Regatas, vino, deportes... y toros. Porque estos días no ha faltado otra de las aficiones del monarca emérito. Justo antes de viajar a Cardiff, el padre de Felipe VI acudió varias veces a la plaza de toros de Las Ventas para presenciar algunas de las corridas correspondientes a la madrileña Feria de San Isidro.
Una pasión que comparte con su primogénita, la infanta Elena (53) pero no con el actual rey de España. Y, sin embargo, Felipe VI acudirá esta misma semana, mientras su padre marida con vino en Álava, a los toros, pues presidirá, por primera vez, la célebre corrida de la Beneficiencia.