Un sonriente Felipe de Borbón (49) con cara de pillo mira a la cámara sentado en su pupitre del colegio Santa María de los Rosales de Madrid. Tiene casi la misma edad que su hija Leonor (11) en la actualidad y está acostumbrado a que la prensa siga cada uno de sus pasos, tanto en el ámbito privado como en el público. Algo que no es de extrañar, teniendo en cuenta que a finales de los años 70 la monarquía trata de promocionarse y de consolidar su imagen.
El aula de su hija, sin embargo, es completamente desconocido. La princesa de Asturias goza hoy en día de una protección extrema en el mismo centro escolar. Las instalaciones, las cámaras y el equipo directivo están preparados para evitar cualquier posible filtración, ya sea verbal o gráfica. Tan sólo hay posibilidad de ver a la heredera en su primer día de escuela, y a veces ni eso, como ha ocurrido este año.
Es sólo un detalle que da cuenta de las dos vidas tan distintas de padre e hija. La actual princesa de Asturias cumple este martes 12 años y lo hace en medio de unas condiciones que poco tienen que ver con las del rey de España.
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Con esa edad, Felipe VI ya había viajado a Covadonga para ser proclamado príncipe de Asturias en una ceremonia llevada a cabo por un abad, algo más simbólico que otra cosa, pues no mediaron las Cortes ni el acto adquirió la legitimidad purista que el nombramiento requería. Lo hizo con nueve años, la misma edad con la que Leonor se convertía automáticamente en sucesora y princesa de Asturias después de que su padre fuera proclamado rey de España, el 19 de junio de 2014. Para ello no necesitó, sin embargo, trámite legal ni ceremonia institucional alguna. Lejos queda, por tanto, la pompa y boato que rodeaba todo lo que tenía que ver con la figura del heredero al trono hace más de tres décadas.
El 12 cumpleaños de Leonor transcurrirá, una vez más, en la intimidad. De hecho, sus padres tienen la agenda oficial liberada a partir del 30 de octubre, por lo que podrán disfrutar de tan señalada fecha en privado, al contrario de lo que ocurría con las onomásticas del rey Felipe y sus hermanas. Felipe y Letizia (45) tienen claro que sus hijas deben llevar una vida lo más parecida posible a cualquier otra niña de su edad, e intentan no hacer excesivas diferencias entre ellas. Es más, Leonor y su hermana aparecen por igual en las contadas ocasiones en las que se dejan ver en actos institucionales como el desfile militar del 12 de octubre, la tradicional misa de Pascua en Palma de Mallorca, el posado estival en Marivent, la apertura de la legislatura en el Congreso y la proclamación del rey.
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Ni clases de vela ni campamentos
La infancia de Felipe transcurrió entre el colegio, los actos oficiales y las aficiones. En julio de 1980, cuando el entonces príncipe tenía 12 años, acudió al campamento de verano en la zona cacereña de la Vera, de la que también existe testimonio gráfico. Allí practicó, entre otras cosas, piragüismo, una actividad a la que pronto sumaría otra de sus pasiones. De hecho, durante su estancia estival en Marivent ese año, recibió clases de vela en la misma escuela a la que acudirían sus sobrinos décadas después.
Leonor, sin embargo, es poco amiga de ese deporte. En su lugar, prefiere practicar otro de los deportes de los royals: la hípica. En ocasiones, también se ha dejado ver esquiando, aunque han sido contadas las veces en las que los reyes y sus hijas han mostrado esta parte más privada de su vida.
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Por el momento, la princesa de Asturias se ha mirado poco en el espejo de su padre. Falta por saber si, en el plazo de unos meses seguirá sus mismos pasos en lo que a los premios que llevan su nombre se refiere. Felipe VI pronunció su primer discurso oficial en 1981, el año en el que se crearon los entonces premios Príncipe de Asturias. Tenía 13 años y con sus palabras puso en pie al Teatro Campoamor durante varios minutos. Aunque en 2015 los galardones cambiaron su denominación, lo cierto es que la presencia -y presidencia- de Leonor en Oviedo no se prevé a corto plazo, ni siquiera como mera espectadora en el palco de honor junto a su abuela paterna.
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Precisamente con ella podría soplar las velas la propia Leonor, pues la reina Sofía (78) cumple los años tan sólo dos días después.