¿Boda real en peligro? Meghan deberá dejar Reino Unido hasta lograr el visado

Meghan Markle (36 años) acaba de mudarse al palacio de Kensington, pero en breve tendrá que volver a territorio estadounidense porque su visado para Reino Unido tiene fecha de caducidad. Y es que su documento legal especifica la tipología de "visitante", por lo que tendrá que renovar su visa de manera oficial y cumplir con las pautas que se le exigen a todo aquel que busca ser residente indefinido en Inglaterra.

La actriz deberá solicitar un visado familiar para poder convertirse en ciudadana de Gran Bretaña, pero tendrá que hacerlo fuera de sus fronteras. Por este motivo, deberá alejarse de su prometido durante una larga temporada hasta que consiga cumplir con los trámites precisos.

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Meghan cruzará el Atlántico de nuevo y podrá instalarse en Canadá donde hacía su rutina laboral, o en Los Ángeles donde reside su madre o, incluso, en México, que es donde vive su padre en la actualidad. Desde cualquiera de esos puntos geográficos podrá pedir el visado de residencia inglesa tras pagar 1.653 euros.

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No obstante, el trámite suele alargarse casi tres meses, por lo que, en caso de solicitarlo lo recibirá aproximadamente en marzo, teniendo en cuenta que en medio está el periodo navideño. Aunque tratándose de la futura esposa del príncipe Harry de Inglaterra (33), lo más probable es que ese periodo de espera se acorte bastante.

El plazo señalado se atribuye a la obtención del visado familiar, pero no así a la adquisición total de la ciudadanía británica. Para ello, Meghan tendrá que cumplir con el protocolo que exige el Ministerio de Interior inglés en el que se presenta un ineludible examen. Pero pese a que la intención del Palacio de Kensington es que finalmente este paso acabe dándose, no es algo que pretendan resolver antes de la boda, ya que se trata de un largo proceso que dura años.

Pese a que Markle pueda tener algunos privilegios por ser la futura miembro de la Casa Real, no por ello se saltará las pautas esenciales para convertirse en ciudadana inglesa, y así lo ha confesado el secretario de comunicaciones de Kensington, Jason Knauf, a medios como The Times: "Meghan cumplirá con todos los requisitos de inmigración en todo momento y, por supuesto, ha recibido asesoramiento al respecto a lo largo de este proceso. También puedo decir que ella tiene la intención de convertirse en ciudadana del Reino Unido y pasará por el proceso para lo que... toma varios años. Ella retendrá su ciudadanía estadounidense a través de ese proceso".

Knauf también ha apuntado que "en los próximos meses Meghan viajará bastante para ver a sus familiares y amigos", con lo que aprovechará para recibir felicitaciones y despedirse de sus allegados, aunque gran parte de la realidad que esconden tales viajes es la posibilidad de pedir el visado para Reino Unido que de otra forma no podría hacerlo. Los trámites burocráticos separarán a la pareja durante un largo tiempo, pero resultan necesarios si lo que no desean es posponer la boda, porque los plazos son muy ajustados y mayo está a la vuelta de la esquina.

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