La reina Isabel II (91) tenía 27 años cuando dio sus primeros pasos como reina de Inglaterra por la Abadía de Westminster. El 2 de junio de 1953 se vivió uno de los grandes acontecimientos del siglo XX: la coronación de la actual monarca británica. Sesenta y cinco años después de aquel día, la reina se sienta frente a una cámara y habla por primera vez de cómo aquella joven se convertía en la cabeza de un país.
Toda la ceremonia se retransmitió en la BBC. Nunca antes se había emitido una coronación por la televisión. Isabel II se acomoda en la cadena que la grabó aquel día y revela secretos que nunca nadie había desvelado.
Con motivo del aniversario, el canal británico BBC emite un documental sobre la coronación. Vistió un aparatoso vestido de Norman Hartnell: bordado en seda con perlas, hilo de oro y plata. La túnica, de cinco metros y medio, pesaba tanto que seis damas de honor tuvieron que agarrarla para poder transportarla. Confiesa la soberana, cómo el evento -que duró casi tres horas- se detuvo durante un breve momento por problemas logísticos, hecho que no se ha sabido hasta ahora porque la retransmisión en directo no se hizo durante el tiempo completo que duró el acontecimiento.
La reina, que nunca concede entrevistas, ha hablado sobre la aparatosa corona. "No puedes mirar hacia abajo para leer el discurso, tienes que levantar la cabeza. Si no lo haces, el cuello se te puede romper". La corona Imperial del Estado, se realizó para su padre Jorge VI en 1937, cuenta con 2.868 diamantes, 17 zafiros, 11 esmeraldas, cientos de perlas y un gran rubí. "Afortunadamente, mi padre y yo tenemos la cabeza casi de la misma forma, pero una vez que te la pones, se queda fija", agregó Isabel II.
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Recuerda su paseo por la alfombra de la Abadía y comenta: "Bien, hubo un momento en el que iba en el sentido contrario a la alfombra y no me podía mover". Y agregó: "Hay algunas desventajas para las coronas, pero por lo demás son cosas bastante importantes".
En el documental se refleja el irónico sentido del humor de la reina. En un momento habla de las joyas de la corona, las define como artefactos de valor incalculable para el resto del mundo, pero confiesa que para ellas son simplemente herramientas de trabajo. Al recordarla afirma: "Supongo que es realmente el comienzo de la vida como soberana".
El productor ejecutivo, Anthony Geffen, del documental afirma que es la primera vez que la reina Isabel II veía las imágenes de la coronación. También comenta el recorrido que hizo en la carroza dorada desde el Palacio de Buckingham hasta la Abadía de Westminster y la describió como horrible e incómoda.