El palacio de Kensington ha vivido una de sus jornadas más tensas tras recibir una carta dirigida a Harry de Inglaterra (33 años) y su prometida, Meghan Markle (36), que contenía un polvo blanco sospechoso. La misiva, que fue interceptada por el personal de palacio, está siendo investigada como un "delito de odio racista", según informó hoy la policía británica.
Los análisis han revelado que la sustancia, recibida el 12 de febrero en el palacio de St. James, en el centro de Londres, no era peligrosa. La unidad antiterrorista de la policía metropolitana de Londres investiga ahora un mensaje "malicioso" relacionado con el envío de esta carta, tratado como un posible delito de odio.
Además, la policía informó de que solo un día después de recibir esta misiva, otra carta con un polvo blanco similar fue enviada al parlamento británico dirigida a la ministra de Interior, Amber Rudd (54).
Por el momento, no se ha determinado si ambos hechos están relacionados y no se han producido arrestos. Un portavoz del palacio de Kensington, residencia oficial del príncipe en Londres, rehusó comentar el suceso y dijo que el asunto está en manos de la policía. Según la prensa británica, Markle ya cuenta con protección durante las 24 horas del día.
El príncipe Harry y su novia fueron informados del incidente, que se produjo un día antes de que la pareja se trasladara de visita a Edimburgo (Escocia). El suceso es la primera alerta de seguridad que se produce en torno a la prometida de Harry, que se convertirá en miembro oficial de la familia real británica tras su boda el 19 de mayo en el castillo de Windsor (Inglaterra).
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