Froilán (19 años) es el miembro díscolo de la Familia Real. El nieto de Juan Carlos (80) y Sofía (79), siempre centro de polémicas, deja en cada acto público -y privado- una anécdota para el recuerdo. Él, que siempre ha estado en un segundo plano nada discreto, en los últimos días ha dado una paso al frente para apoyar a su familia.
En su última aparición pública acompañó a su madre, la infanta Elena (54) y a su hermana Victoria Federica (17), a visitar a su abuelo al hospital tras su operación quirúrgica de la rodilla derecha. La visita fue una demostración de intenciones por parte del adolescente en la que quiso mostrar su apoyo y unión a la Casa Real.
La presencia de Froilán en el Hospital Universitario Sanitas de La Moraleja se enmarcó dentro de la polémica que vivieron Letizia (45) y Sofía en la misa de Pascua en Palma de Mallorca. El pasado 1 de abril las dos reinas protagonizaron un desagradable desencuentro en el que se demostró las tiranteces que existen en la Casa Real, esas mismas rencillas que se han querido solventar de cara al ojo público en los actos posteriores.
Allí, en la entrada del hospital, Froilán se deshizo en gestos de cariño y respeto hacía su abuela. Como el nieto que todos abuelos quisieran tener, Froilán acompañó a la reina emérita al interior del recinto para seguir de cerca el estado de salud de Juan Carlos. Atrás podría quedar aquel pequeño que se desligaba del protocolo en la boda de sus tíos, lejos está el niño de cinco años que aprovechó el enlace de Felipe VI y Letizia para pegar una patada a su prima mayor.
La asistencia del nieto mayor al hospital no fue la única demostración de apoyo por parte de Froilán. Ese mismo fin de semana subió a un AVE con destino Málaga. Entre aquellos vagones tuvo lugar la más férrea defensa del joven a su tía y a su abuela. En el viaje a la ciudad andaluza coincidió con el secretario general del Partido Comunista de Andalucía, Ernesto Alba, Remedios Ramos, Antonia de Feo y Eduardo Zorrilla, concejal de Izquierda Unida. Según relató el dirigente del PCE, Froilán los increpó en tono chulesco cuando ellos charlaban sobre la discusión de las dos reinas. Ante las bromas de los políticos, el joven espetó "Qué asco" y ante la pregunta de qué es lo que le ocurría, contestó: "Vosotros me dais asco".
JALEOS ha hablado con Eduardo Zorrilla, uno de los políticos allí presentes, para conocer qué ocurrió en el vagón cafetería del tren. "Fue la actitud de una persona maleducada", confirma el concejal. Explica que ellos tan sólo charlaban sobre el papel de las redes sociales en el caso de la pelea Real. "Al principio no le reconocí y pensé que era un loco que se quería meter en la conversación", ha sentenciado. Cuando fue consciente de quién era, tomaron la decisión de dejar la situación en calma. "Vamos a dejarnos de tonterías porque llevará escoltas", pensó.
Esos mismo escoltas, los que acompañan en cada paso a Froilán, han reconocido en el último mes su hartazgo con respecto a la actitud del nieto de los reyes. Como la cara y la cruz de una moneda, Froilán da bandazos que despistan sobre su verdadera actitud. El apoyo a su familia hace pensar que nada queda del niño que se peleaba con sus primos frente a las cámaras, pero la actitud con los políticos andaluces le acercan a aquel adolescente que hacía la peineta a la prensa.
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