Meghan Markle (36 años) y Harry de Inglaterra (33) ya son marido y mujer. El momento más discendido de la ceremonia ha tenido como protagonista a una persona ajena a la Casa Real británica. El encargado de dar rienda suelta a las sonrisas de los asistentes ha sido el predicador americano Michael Bruce Curry (65).
Fue elegido en 2015 como el obispo presidente de la Iglesia episcopal de Estados Unidos. Y tiene mucho en común con la recién casada. Ambos son líderes de la inclusión racial en las instituciones. Ella, primera mujer mestiza en casarse con un miembro de la monarquía británica. Él, primer hombre afroamericano en alcanzar ese alto cargo.
El obispo es un gran activista en Estados Unidos. El miembro de la Iglesia ha sido una de las caras visibles que ha luchado por el movimiento Me Too contras la violencia machista. Ha sido un líder en la lucha contra las agresiones sexuales que se inició en su país en el entorno de la producción cinematográfica, el mundo en el que, precisamente, se movía Meghan Markle hasta su compromiso con Harry.
Michael es un abanderado de los derechos de las personas afroamericanas en su país, una persona que lucha por un evidente respeto y que no ha dudado en incluirlo en su discurso ante la reina Isabel II (92) y el resto de miembros de la monarquía británica.
La pasión ha guiado el sermón del predicador. En su discurso ha hablado de los esclavos negros de Estados Unidos, cuestión a la que le da mucha importancia por su cercanía familiar. Él mismo confesó que sus ancestros fueron esclavos en los estados de Alabama y California del Norte durante los años en los que este trato era habitual en el país americano.
El intenso mensaje de Curry ha provocado las risas de los novios y las miradas cómplices entre los asistentes. Él ha sido el tercer protagonista del enlace matrimonial en el que las sonrisas no han podido faltar.
Michael Curry nació en Chicago en 1953 y con tan sólo 26 años fue ordenado sacerdote en Nueva York aunque ha prestado sus servicios en varios estados como Ohio, Maryland y Carolina del Norte.
El arzobispo , ha luchado por ensalzar sus derechos y conseguir un absoluto respeto. Con su llegada en 2015 permitió a los sacerdotes de su Iglesia que oficiaran enlaces entre personas del mismo sexo.
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