Rania de Jordania (47 años) siempre se ha mostrado cercana. Una monarca, que a pesar de serlo, ha querido enseñar una imagen que la acerca a las personas que representa en vez de alejarla de ellas. Su interacción a través de las redes sociales han sido pequeños pasos hasta una imagen popular.
En su Instagram la hemos visto descansando en su casa y compartiendo una tarde musical con sus hijos. El último movimiento de la reina ha sido promocionar su Twitter a través de las redes sociales, un gesto que implica pagar para que la cuenta aparezca promocionada.
La monarca ha decidido invertir parte de su dinero en sus redes sociales para impulsar su perfil social y acercarse más a sus seguidores. No es una decisión banal, es una determinación que le alza como uno de los grandes movimientos de marketing. Una zancada más en pro de la cercanía que muestra la monarca jordana. Tanto es así que cuenta con cuatro millones y medio de seguidores en en Instagram.
No es la única reina que hace uso de las redes sociales para narrar parte de sus proyectos profesionales y personales. Muchas de las reinas y herederas europeas también viven dentro de esta estructura de Internet. No es el caso de Letizia (45). La reina de España no está presente en ninguna red social y, de hecho, ningún monarca de este país lo ha estado. Es una de las pocas monarcas -y lo fue siendo heredera- que mantiene la interacción con el público a los actos en los que establece pequeños contactos con la gente que va a verla.
La Casa Real sueca abandera parte de las relación con la gente a través de sus redes sociales. La princesa Magdalena de Suecia (35) tomó la decisión de lanzarse a la aventura social el pasado mes de marzo y ya cuenta con 123.000 seguidores. Ha utilizado la famosa red para contar el día a día tras el nacimiento de su segunda hija, un gesto de inteligencia que le acerca a todos.
La princesa Sofía (33) y su marido Carlos de Suecia (39), han optado por compartir una cuenta misma cuenta en la que mostrar a sus seguidores la relación que tienen y la vida que llevan. La pareja cuenta con 149.000 seguidores que siguen de cerca el ritmo de vida del matrimonio.
Las redes sociales no sólo acogen a la Casa Real sueca. Charlene de Mónaco (40) también muestra su lado más familiar en su Instagram. La heredera completa su perfil con multitud de imágenes en las que muestra a sus dos hijos durante el día a día y comparte con sus 70.000 seguidores las aficiones da la familia.
La monarquía inglesa también se ha hecho un hueco en medio de la vorágine de las redes sociales. Kate Middleton (35) y Guillermo de Inglaterra (35) lo hacen en una cuenta conjunta que nada tiene que ver con las anteriores y que se presenta como algo más institucional. La cuenta del matrimonio tiene seis millones de seguidores. Es una cuenta no tan personal, se trata de algo más institucional que se utiliza como una herramienta más de la Casa Real.
Rania de Jordania lidera este movimiento de patrocinio en Internet. La reina del país asiático ha iniciado una tendencia a favor de este tipo de publicaciones en las que se le puede ver un lado desconocido y que ayuda a establecer un vínculo con los que están receptivos a hacerlo. Acto que, por el momento, queda muy lejos de las intenciones de la monarca española que mantiene cada retrato de su vida personal para su más estricta intimidad.
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