La infanta Cristina (53 años) ya camina sola. Literalmente. La hermana del rey lleva cinco días sin su marido en Ginebra después de que Iñaki Urdangarin (50) ingresara en prisión el pasado lunes a primera hora. Está a cargo de sus hijos en uno de su verano más amargo y eso se percibe en su rostro.
Se han captado las primeras imágenes de la infanta paseando por la capital Suiza tras la entrada en la cárcel de su marido. Cabizbaja, con rostro serio y triste y dando pasos sin alma. La hija de Juan Carlos I (80) y la reina Sofía (79) se muestra abatida por la situación de soledad y el hecho de ver a su pareja entre rejas.
Cristina de Borbón no quita la mirada del móvil a cada paso, quizá buscando las últimas informaciones sobre Urdangarin o atendiendo a sus amigos que son su mejor refugio en estos momentos. Cuando por fin quitó sus ojos de la pantalla quiso ocultar su mirada con unas gafas de sol, a lo mejor por ser consciente de que podría haber cámaras curiosas cerca.
El lunes se cumplirá una semana del exduque de Palma en prisión y se desconoce si la infanta pretende usar ese vis a vis que se le permite tener a su marido cada tres semanas. Lo que se sabe de la estancia del cuñado del rey en la cárcel viene de boca de una de las monjas que ha acudido al centro penitenciario estos días. Sor Carmen asegura que Urdangarin "ha comido judías verdes en su primer día" y que se muestra "con mucho respecto con los funcionarios y es muy educado".
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