Siete días han pasado desde que el periódico EL ESPAÑOL resucitase el adormecido nombre de la mujer que ha puesto en jaque la Corona de España en varias ocasiones. Corinna zu Sayn-Wittgenstein (53 años) está mal.
En concreto, "está en shock y muy afectada. No sabía que estaba siendo grabada. Ella solo quiere vivir en paz y seguir adelante con su vida", ha revelado su portavoz de la agencia Tancredi Communications Group en Londres en primicia para la revista ¡HOLA!.
Reacia a hacer declaraciones para ningún medio de comunicación por consejo de su equipo de abogados, Corinna ha puesto al frente a su representante y a través de ella ha querido dejar claro que "puedes imaginar el impacto emocional que ha tenido todo esto en su persona. Ahora está muy afectada y extremadamente preocupada". Insiste en su inocencia y en el desconocimiento de su representada que ignoraba que estaba siendo grabada. "Después de todas las cosas terribles que le han ocurrido y tras todas las mentiras que se han dicho, Corinna tiene derecho a estar muy preocupada".
Efectivamente, la onda expansiva de la bomba estallada en Casa Real tiene como fecha el pasado miércoles 11 de julio. EL ESPAÑOL hacía públicas unas cintas donde se escuchaba nítidamente la voz de la princesa germano-danesa en conversación con el comisario José Manuel Villarejo y el expresidente de Telefónica Juan Villalonga. En las famosas 'cintas de Corinna', grabadas en su casa de Londres en el año 2015, la célebre empresaria acusaba al rey Juan Carlos I (80) de haberla usada como testaferro y afirmaba que el soberano poseía cuentas en Suiza a nombre de su primo, Álvaro de Orléans y Borbón (71).
La propia Corinna ya emitió un comunicado tan solo 24 horas después de que el citado medio publicase las cintas en las que hablaba abiertamente de los presuntos tejemanejes del rey emérito y de su pasional relación con él:
"Desde hace tiempo, ha habido una campaña de descrédito con motivación política contra mi persona. Siempre he actuado correctamente y pretendo continuar viviendo mi vida de forma tranquila, con independencia de los años de acoso constante y de los intentos de descrédito público que he padecido con un sinfín de información falsa", comenzaba su escrito. Y concluía: "tengo enorme respeto por las instituciones de España, pero no puedo permitir ser utilizada en un conflicto que no me atañe". Y no es la única víctima colateral tras la emisión de las grabaciones.
El rey Juan Carlos sufrió un ataque de ansiedad al conocer el contenido de las cintas de Corinna, según reveló la periodista Pilar Eyre en su blog y confirmó a JALEOS: "se encontró mal e hicieron ir a un médico. Tras el ataque de ansiedad, el Rey está teniendo sesiones diarias, además, con un fisioterapeuta para poder recuperarse".
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