Este sábado 12 de octubre se cumple la décimo sexta aparición de Letizia (46 años) en el desfile del Día de la Hispanidad. Su presencia y su estilismo, que siempre ha estado firmado por Felipe Varela, son el centro de todas las miradas. En la mayoría de ocasiones opta por atuendos sobrios, sobre todo desde que se proclamó reina de España, pero casi en la mitad de ellos ha tenido errores que no han pasado inadvertidos para el ojo clínico de los medios.
Sus aciertos
2018. En los últimos tiempos, Letizia ha definido mucho su imagen y en general no suele sorprender en este tipo de actos donde lo que se espera de ella fundamentalmente en su atuendo es corrección y protocolo. Dentro de esos cánones, la Reina acertó estrenando este conjunto de chaqueta en crepe de lana arena y vestido midi de encaje de chantilly firmado por Felipe Varela. Como joyas, sus espectaculares pendientes de oro blanco y diamantes modelo Plume de Chanel.
2016. Apostó, como cada 12 de octubre, por su diseñador fetiche, Felipe Varela. Escogió un vestido de estilo abrigo en tweed blanco roto. El detalle de los cristales georgette bordados en negro aportaban glamour sin demasiado excesos para una cita tan tradicional como importante. Para resaltar el look optó por un recogido en moño bajo, un peinado al que se ha aficionado. La elección del estilismo fue de los más acertados que ha lucido estos 14 años.
2014. Letizia se estrena con nuevo status en la celebración del Día de la Hispanidad. Se trataba de su primera año como reina de España y para ello escogió un vestido-abrigo de Varela que fue muy aplaudido. El traje era formal y riguroso, pero la textura en tweed de color verde botella estilizaba al máximo su figura. La Reina se mostró en su faceta más elegante.
2013. El año en el que el cambio de color fue su mayor acierto. Letizia apostó por el tono granate, un color que no suele lucir de forma habitual, pero que logró convertirlo en éxito hace cinco años. Firmado de nuevo por Felipe Varela, la todavía princesa de Asturias lució un vestido en encaje de rafia y algodón con corte por las rodillas. Sin embargo, en uno de sus paseos exteriores durante el desfile mostró una fina chaqueta entallada en rosa palo que deslució por completo el estilismo.
2009. No fue un look espectacular pero fue de los más acertados teniendo en cuenta que aún no era Reina y su protagonismo era limitado. En esta ocasión, Felipe Varela firmó un vestido lila rosado con aplicaciones en la falda. No tenía una gran presencia, pero fue correcto a la par que elegante para no mostrarse recargada.
2008. Suave y delicado. Varela es el autor del vestido en crema y abrigo brocado a juego que lució Letizia ese año. El cuello en chimenea del abrigo es uno de los sellos de la actual reina. Iba impecable. A pesar de lo acertado de este look, jamás volvió a llevarlo.
2006. Este año, la incipiente tripita de embarazada le impedía elegir cualquier estilismo, y eligió bien. Se decantó por un vestido coral marcado a la cintura, lo que no ocultaba la 'presencia' de la infanta Sofía dentro de esa barriguita. Completó el look con un abrigo en tono piedra.
2005. Lo mismo ocurrió este año con el embarazo de la princesa Leonor. Letizia llamó la atención, no solo por su abultadísima barriga, sino porque su elección de estilismo fue exquisita. Su diseñador de cabecera firmó el vestido en color crema que lució y abrigo a juego.
Sus errores
2019. De nuevo de la mano de su diseñador de cabeza para las grandes ocasiones, Felipe Varela, para su último año escogió un vestido en color rosa talco que rozaba los límites permitidos dentro de lo cursi y recargado. Se trata de una pieza de corte camisero, con botones hasta la cintura, realizado en una especie de tela plumeti pero en vez de puntitos bordados presenta mariposas y cuello bebé. La reina resultó una bailarina con aires infantiles, y con un recogido que tampoco convenció de forma unánime.
2017. Hace dos años, Letizia lució un dos piezas de falda de vuelo y chaqueta entallada realizado en cheviot azul grisáceo y bordado a mano con hilo. El cinturón marcaba su fina figura. Y aunque todas las partes se dibujaban muy bien en su cuerpo, este diseño de Varela le sumaba años.
2015. No es de los peores que ha lucido, pero podría mejorar con pequeños detalles que no tuvo. Hace cuatro años, la Reina apareció con un vestido de manga corta mucho más sencillo a lo que suele acostumbrar pero, una vez más, de su diseñador de cabecera. Se trataba de un diseño en tono azul klein. El color le sentaba bien, pero el corte demasiado desenfadado y al mismo tiempo la monotonía del mismo, no lo convertían en su mejor elección.
2012. El estilo Chanel es algo que le encanta a la reina. Tiene varios conjuntos que recuerdan al emblemático tweed de la firma francesa. Así se mostró en 2012, con un dos piezas de falda y chaqueta corta en tonos rosado y beige también de Varela. Era un diseño aburrido.
2011. Un año en el que pasó totalmente desapercibida. Su traje no decía nada, era gris -en todas las connotaciones posibles-. Varela firmó su diseño más sobrio. Ni siquiera el top malva que mostraba en su interior y sus ondas en la melena estuvieron acertadas.
2010. Para un miembro de la realeza casi nunca suele ser bueno saltarse el protocolo, no, al menos, si se quieren evitar las polémicas. Y este año la entonces princesa de Asturias se puso unos pantalones y rompió esquemas de manera algo vulgar. Letizia se vistió con unos pantalones palazzo grises, una camisa beige de manga larga y un cinturón de chapas poco adecuado.
2007. Este año costaba mucho mirar su vestido pues las medias negras brillantes ante los flashes de las cámaras impedían que cualquiera se fijara en otra cosa. Se podría decir que fue el peor look de Letizia. Varela firmó el vestido azul marino y la chaqueta larga en un tono más claro. El conjunto no convenció a nadie.
2004. Letizia se estrenaba princesa de Asturias en esta cita. Era su primer Día de la Hispanidad como la esposa de Felipe de Borbón. No quiso arriesgar lo más mínimo para no cometer errores en un día en el que todos los ojos estaban puestos sobre ella. Tan prudente fue que se pasó de sobriedad. Lució un conjunto morado muy insípido, compuesto por una falda evasé, un corte que ha recuperado con el paso de los años con poco acierto.
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