Segundo día en Lima para los reyes Felipe VI (50) y Letizia (46). Este martes por la mañana (hora local), los monarcas han abandonado el Swissôtel Lima y se han desplazado hasta la Oficina Técnica de Cooperación de la Embajada Española.
En esta ubicación, inaugurada en 2008 por la reina Sofía (80), Letizia se ha presentado con pequeño descuido estilístico al que no acostumbra y que ha sorprendido a propios y extraños: arrugas en su ropa. Una vez allí, los reyes han recibido información sobre el programa de inserción laboral Fundades, destinado a ayudar a jóvenes de recursos limitados. A continuación, los monarcas han presidido la presentación de la próxima edición de la Feria de Arte Contemporáneo ARCO en el Centro Cultural de España.
Adaptándose a la etiqueta y volviendo al atuendo real, la soberana ha dejado atrás todo tipo de imposturas oficiales y ha optado por un outfit bastante más soft que el del lunes para la ceremonia de bienvenida. Un estilismo que bien podría ser propio de un acto institucional del día a día en España o en algunas de esas ciudades europeas a las que viaja y vuelve en la misma jornada.
En esta mañana de primavera limeña, Letizia ha estrenado un traje de chaqueta dos piezas compuesto por blazer cruzado de cuadros grises y pantalón recto. Como interior ha elegido un top lencero en color blanco roto con encajes en la zona del escote. Un nuevo estilismo que ha quedado deslucido por las arrugas que han presentado no solo chaqueta y pantalón sino también la blusa de la reina.
Y es que, por mucho que Adolfo Domínguez, uno de sus diseñadores fetiche, se esforzase en hacer creer al mundo que 'la arruga es bella', lo cierto es que no queda nada apropiado en la vestimenta de una reina. Y qué reina, precisamente Letizia, obstinada en mostrar siempre su mejor versión con una imagen exquisita e impecable.
Para romper con lo ejecutivo del atuendo, ha combinado salones de piel con cartera de mano de ante y piel en el mismo tono caldera: todo de Magrit. Tanto parece una de sus actividades ordinarias que Letizia ha lucido sus nuevos pendientes favoritos 'de batalla', el modelo Crawler Skyline de oro blanco y diamantes de la firma española Gold & Roses.
Con este acto, la reina ha puesto punto final a su agenda institucional en el país andino. El rey continuará su periplo por Latinoamérica y viajará hasta La Antigua (Guatemala) en la tarde del miércoles para asistir a la XXVI Cumbre Iberoamericana de Jefes de Estado y de Gobierno. Letizia, por su parte y por separado, una vez más, pondrá rumbo de vuelta a Madrid.
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