En esta media década, la reina Letizia (46 años) ha ido conectando especialmente con ámbitos como el de la salud y la educación y se ha volcado en el apoyo a asociaciones que trabajan contra las enfermedades raras, contra el cáncer o contra las enfermedades mentales.
También ha respaldado iniciativas en beneficio de los discapacitados (es presidenta de honor del Real Patronato sobre Discapacidad) y ha actuado como embajadora especial de la FAO para la nutrición. En ese contexto, es muy activa en la defensa de los buenos hábitos alimenticios y en concienciar sobre los problemas relacionados con la malnutrición y la obesidad infantil.
Los viajes de la agenda de Letizia
Recogiendo el testigo de la reina Sofía (80), ha realizado cuatro viajes para respaldar la labor que llevan a cabo los cooperantes españoles en países de Latinoamérica y África. Vistiendo el chaleco rojo característico de estos cooperantes, el pasado mes de abril, el mismo día en que se celebraban las últimas elecciones generales, se desplazaba a Mozambique.
En años anteriores, estuvo en Honduras y El Salvador (2015), Senegal (2017), y República Dominicana y Haití (2018). Son algunos de los 53 viajes que ha realizado en este tiempo sola o junto al rey, a quien, sin embargo, no ha acompañado en las tres cumbres iberoamericanas que se han celebrado desde 2014.
Una reina con los ideales claros
Desde Zarzuela se destaca su interés por la formación profesional como elemento fundamental de preparación e incorporación de los jóvenes al mundo laboral, así como su intención de colocar a la mujer como referente en sus actividades y comprometerse en todo momento en la lucha contra la violencia machista.
No ha faltado el contacto con quienes fueron sus compañeros de profesión, asistiendo a eventos como algún seminario de periodistas y protagonizando anécdotas como el día que se dirigió hucha en mano a fotógrafos, cámaras y redactores que cubrían su presencia en una cuestación de la Cruz Roja para que contribuyeran a ella.
La reina gusta de añadir algunas reuniones fuera de agenda en los eventos y visitas que realiza, como el encuentro con las monjas dominicas de Lerma con motivo de su presencia en esta localidad burgalesa el pasado mes de abril para inaugurar una nueva edición de la exposición de arte sacro "Las edades del hombre". Muy activas en las redes sociales, ese colectivo de monjas no dudó en volcar en ellas las fotos del encuentro de carácter privado y sus comentarios de que se encontraron con una persona con corazón, sencilla y cercana y a la que regalaron un libro: "Si no puedes perdonar, esto es para ti".
Esa percepción de cercanía es la que la reina desea transmitir frente a los comentarios de sus más críticos en estos cinco años. En ellos ha tenido que poner en práctica toda la preparación acumulada en su etapa como princesa de Asturias.
Fue un curso acelerado para reinar que contrasta con toda una vida de preparación por parte de Felipe VI (51), con quien ha colaborado en introducir cambios en la institución acordes con la apuesta del monarca el día de su proclamación: una monarquía renovada para un tiempo nuevo, aún con muchas páginas por escribir y en las que ella será una de las protagonistas.
[Más información: Felipe VI, investido con la distinción de la Orden de la Jarretera, en imágenes]