El rey emérito, Juan Carlos (81 años), ha reaparecido este lunes en el partido de Rafa Nadal (33) en Londres. En las imágenes que han trascendido de la competición se puede ver al monarca con un gran corte en la cabeza de varios centímetros que se ha hecho tras darse con la rama de un árbol durante un paseo, según ha podido saber JALEOS.
Es un corte que le han curado con varios puntos y con lo que parece ser betadine, a juzgar por la mancha anaranjada que rodea la herida; no ha terminado de cicatrizar y aparece ligeramente inflamada. Este periódico ha podido saber que no resiste gravedad y que se la hizo hace mucho tiempo (ya lucía el corte el día de la exhumación de Franco).
Además, el monarca ha aparecido visiblemente más delgado. Su gran pérdida de peso se aprecia a través de las varias capas de ropa que ha lucido para protegerse de las bajas temperaturas que asolan la capital de Reino Unido (una camisa clara, un jerséy de color burdeos y una americana gris).
Su cambio físico se puede percibir sobre todo en su rostro, con las mejillas más hundidas y el rostro mucho más fino que en septiembre, cuando acudió a la regata que lleva su nombre en Sanxenxo.
El rey Juan Carlos es un gran aficionado de Nadal, y ha estado presente en varios de los triunfos del balear en Roland Garros y en la Copa Davis. Tanta es su relación que el emérito fue uno de los más de 500 invitados a la boda de Rafa Nadal y Xisca Perelló (31), que se celebró este octubre en Mallorca.
Sus otros percances
No es la primera vez que el monarca acude a un evento con un moratón, con una herida o protagoniza un tropiezo. En 2010, durante su visita a Málaga a principios de año, Juan Carlos sufrió un tropiezo al que padeció dos años atrás en Barcelona, cuando bajaba las escaleras del escenario donde presidía la cena del 50 aniversario del Círculo de Economía.
Un año después, el rey emérito también apareció con un moratón en el ojo para recibir las cartas credenciales de cinco nuevos embajadores. En ese momento, fuentes de Casa Real informaron que se debía a un golpe accidental con una puerta que le abrió un ayudante.
Hace solo unos meses, además, durante la presentación de los carteles de San Isidro 2019 el monarca acudió a Las Ventas con una considerable contusión en el ojo izquierdo y en el lateral del mismo se podía ver una pequeña tirita.
Ante el revuelo causado por este hematoma, el propio Juan Carlos aseguró que se había tenido que someter "a una pequeña operación". Una intervención en la que le quemaron una pequeña mancha en la piel y que no le ha impedido, por otra parte, llevar una vida normal y asistir así a este evento taurino.
Operado del corazón
Desde hace unos meses, la salud del rey emérito se ha empeorado considerablemente. El pasado sábado 24 de agosto, el padre de Felipe VI (51) fue operado de un triple bypass aortocoronario en el hospital Quierón Salud de Madrid. Un día después el monarca ya abandonaba la Unidad de Cuidados Intensivos y mejoraba de forma favorable. El rey Juan Carlos "ha pasado buena noche sin precisar soporte vasoactivo" y ya "está en planta de hospitalización", rezaba el parte médico emitido.
El monarca permaneció ingresado una semana, en la que recibió multitud de visitas. La reina Sofía (81) fue la primera que visitó el centro con Felipe -de hecho, ellos han sido los más asiduos al centro médico- y, más tarde, vendría el resto de la familia de forma, en apariencia, estructurada. Ahí, la infanta Cristina (54) junto a sus hijos y Elena (55) acompañada de Victoria Federica (19) y Froilán (21).
El domingo 31 de agosto, el emérito abandonaba el centro médico y comentaba a los medios allí presentes: "Mira, es como si te hubiera pasado un camión por encima pero ahora a quitar el camión y para delante", afirmaó el ex jefe del Estado al salir del hospital en un vehículo en el que estaba como copiloto.
El monarca reapareció el 28 de septiembre para acudir a la regata que lleva su nombre en Sanxenxo, y explicó a los medios allí congregados que se sentía "bárbaro" tras su operación. Aseguró, además, que en ese momento no iba a subir a bordo del Bribón 500 Movistar, embarcación de la que es patrón, ya que "es demasiado pronto", pero en todo caso manifestó y compartió sus ganas de volver cuanto antes a navegar.
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