El emir de Dubái, Mohamed bin Rashid Al Maktum (70 años), ha perdido el juicio contra su exmujer, la princesa Haya Al Hussein de Jordania (45). La justicia británica ha sido implacable con el jeque árabe y ha fallado en su contra desvelando que "secuestró a dos sus hijas", "las torturó", "las privó de libertad" e hizo una "campaña de intimidación" contra la que fuera su última esposa.
La corte británica ha dictaminado este jueves que Al Maktum, que además es primer ministro y vicepresidente de los Emiratos Árabes, es el responsable del secuestro de Sheika Shamsa, que huyó a Gran Bretaña en el año 2000 y fue capturada en las calles de Cambridge por la seguridad privada del jeque. En estos días, presuntamente, permanece secuestrada y también sedada.
La segunda de ellas es Sheika Latifa. Esta última intentó huir hasta en dos ocasiones: una en el año 2002 y otra en 2018. En el primero de sus intentos, su padre la condenó a prisión durante más de tres años y la segunda vez que intentó dejar atrás tierras dubaitíes, ya con la edad de 32 años, fue capturada por los comandos del ejército indio del océano Índico. En estos días, permanece bajo arresto domiciliario en el citado emirato.
Todas esas acusaciones al jeque árabe empezaron a ser investigadas en abril del año 2019 cuando su entonces esposa, la princesa Haya de Jordania, huyó de él y de su país para instalarse en Londres con sus dos hijos: Jalila (12) y Zayed (8). Casi un año después, Andrew McFarlane, presidente de la división del Tribunal de Familia en Inglaterra y Gales, las ha valorado y certificado judicialmente, otorgando a Haya la custodia de los dos menores que el exmatrimonio tiene en común.
La huida de Haya
A finales del pasado mes de junio, Dubái quedaba completamente conmocionado con la "desaparición" de la esposa del jeque. Poco después se conocía que no era más que una cuestión de supervivencia: la princesa, en realidad, había huido del país con sus dos vástagos y casi 40 millones de euros consigo para esconderse de su marido, el emir de Dubái.
Haya de Jordania tenía claro que quería divorciarse y, para eso, debía ponía tierra de por medio y marchar a Londres, aunque en un principio las informaciones la situaban en Alemania. En el mes de septiembre y ante esta dramática situación, el rey Abdalá II de Jordania (52), hermano de Haya, daba un paso al frente y blindaba a la princesa otorgándole un cargo diplomático. Desde entonces, es jefa adjunta de la misión de la embajada jordana en el Reino Unido. Esta firme determinación por parte del soberano hachemita proporcionó protección a su hermana tras la negativa de Reino Unido a concederle asilo.
Lo cierto es que el rey de Jordania no lo tuvo fácil a la hora de proteger a su hermana pequeña, pues tuvo que plantar cara ante las trabas del ministro de Exteriores jordano, Ayman Safadi, quien estimó que este movimiento mermaría la imagen de la monarquía.
Un amor con origen español
La princesa Haya de Jordania y su exmarido, el jeque Al Maktum, se conocieron en Jerez de la Frontera (Cádiz), ciudad del vino y el caballo -ambos compartían la pasión por la hípica-, en 2002. Dos años después de iniciar su romance, en 2004, contrajeron matrimonio en una ceremonia íntima celebrada en el palacio Al-Baraka de Amán -Jordania-.
Con 25 años de diferencia entre ellos, la princesa se convertía en la sexta esposa del emir. Al fastuoso enlace acudieron miembros de la Familia Real, entre ellos el rey Abdalá y su esposa Rania (49), los príncipes Turki bin Faisal Al Saud (75) y Ali bin al Hussein de Jordania (46), y su Alteza Real el príncipe heredero, Hamzah bin al Hussein (40).
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