La reina Letizia (48 años) ha llegado a última hora de este lunes a Honduras en el marco de una viaje de cooperación para entregar un cargamento de ayuda de emergencia con la que hacer frente a los estragos causados por los huracanes Eta e Iota el pasado mes de noviembre en buena parte del país centroamericano.
El avión oficial de la Fuerza Aérea Española aterrizó en la base aérea coronel Héctor Moncada de La Ceiba, donde Letizia fue recibida por el ministro de Relaciones Exteriores, Lisandro Rosales.
Desde esta localidad, la delegación española, de la que también forma parte la secretaria de Estado de Cooperación Internacional, Ángeles Moreno, emprendió viaje por carretera hacia San Pedro Sula, a unos 190 kilómetros, donde este martes va a desarrollar toda su agenda.
El viaje de la reina y el despliegue de la ayuda tienen como objetivo trasladar el apoyo y la solidaridad de España ante la crítica situación económica y social en la que está inmerso el país por los destrozos generados por los dos huracanes y por el impacto de la pandemia.
España ha puesto a disposición de las autoridades hondureñas un total de 120 toneladas de material de emergencia, cuyo coste y el de su envío ronda el medio millón de euros.
La ayuda incluye 24.000 test de detección rápida de la covid-19; 2.000 mantas; 2.420 camas plegables; 3.325 lotes de alimentos, de higiene personal y para bebés, así como tiendas de campaña, lonas de plástico, mosquiteras y material de cocina y garrafas, informa el Ministerio español de Asuntos Exteriores.
El grueso del cargamento se transportó en el avión de la Reina, especialmente los test del coronavirus, en un segundo vuelo procedente también desde Madrid y en camiones desde Panamá el pasado fin de semana.
A su llegada a La Ceiba, la reina fue recibida también por el alcalde de La Ceiba, Jerry Sabio, quien le obsequió un cofre de madera y una bandera pintada por niños con discapacidad, y por el embajador de España en Tegucigalpa, Guillermo Kirkpatrick.
Debido a que el aeropuerto de San Pedro Sula quedó muy dañado por las inundaciones, el avión de la reina tuvo que aterrizar en La Ceiba y proseguir en automóvil hasta la segunda ciudad del país, situada al norte.
La agenda de Letizia en Honduras se va a concentrar en unas seis horas, en las que mantendrá un primer encuentro con el presidente, Juan Orlando Hernández, y su esposa, Ana García, en el aeródromo de San Pedro Sula y un almuerzo como colofón de la visita.
La reina comenzará la jornada con una reunión con miembros de la Agencia Española de Cooperación Internacional para el Desarrollo (Aecid) y de varias ONG para conocer de primera mano la situación en las zonas más afectadas.
Visitará posteriormente en el municipio de La Lima una escuela gravemente dañada por los huracanes y un albergue que aloja a familias damnificadas.
Honduras, con una población de 9,5 millones de habitantes, fue el país donde el paso de Eta a principios de noviembre y de Iota, dos semanas después, provocó la mayor devastación en Centroamérica.
Además de un centenar de fallecidos, se estima que fueron evacuadas en torno a medio millón de personas y unas 100.000 siguen alojadas en albergues y en precarios campamentos.
Las fuertes lluvias y las inundaciones posteriores arrasaron carreteras, viviendas, escuelas y cultivos y dejaron incomunicados a numerosos pueblos, en particular, en las regiones del norte y de occidente. El daño provocado se compara con el que causó el huracán Mitch en 1998.
Las consecuencias de los fenómenos meteorológicos han hecho aumentar el número de contagios por Covid-19 por el hacinamiento en los albergues y han deteriorado aún más la ya maltrecha economía del país, considerado uno de los más pobres de Centroamérica.
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