El príncipe Harry (36 años) ya está de vuelta a California, tras asistir al funeral por su abuelo, el duque de Edimburgo. El menor de los hijos del príncipe Carlos (72) emprendió el regreso a Estados Unidos, donde le esperaban su mujer, Meghan Markle (39), y su hijo, Archie (1), horas después del sepelio. No ha esperado ni siquiera al 95 cumpleaños de su abuela, la reina Isabel II, este miércoles 21 de abril.
Pero hay una explicación: la monarca ha decidido pasar esta fecha sola, en el Castillo de Windsor -donde lleva instalada desde que comenzó la pandemia- y con la única compañía del reducido grupo de personal que tiene a su alrededor como medida de prevención para que haya menor probabilidad de que se contagie con coronavirus. La reina continua guardando luto desde que el pasado 9 de abril muriera el duque, pero este mismo viernes, 23 de abril, recuperará su agenda con la mayor normalidad que le sea posible.
Más allá de que Isabel II haya querido recluirse en su cumpleaños más triste, el primero en más de siete décadas sin la compañía de su marido, la temprana marcha de Harry de Reino Unido pone de manifiesto de la frialdad que existe entre él y su familia desde que, hace poco más de un año, decidiera separarse de sus obligaciones con la corona y marcharse junto a su familia al otro lado del océano. Las informaciones continuas sobre Meghan y la presión que tanto ella como el príncipe sintieron por parte de los medios de comunición, les llevó a tomar determinación de separarse de la casa real británica. Algo que no fue acogido de buen grado en su familia y que le llevó a un distanciamiento con su hermano que quedó de manifiesto, una vez más, durante el mencionado funeral.
A pesar de que tras el acto fúnebre los hermanos fueron captados por las cámaras de la BBC en una imagen muy esperada e impedida en un principio por la presencia en medio de ambos su primo Peter Phillips (43), lo cierto es que la jornada no sirvió para limar asperezas. En la grabación ofrecida por la cadena inglesa, Guillermo aparecía con semblante serio, escuchando lo que Harry le estaba contando. Según trascendió con posterioridad, no era otra cosa que el comentario de que el sepelio había salido tal y como Felipe de Edimburgo hubiese deseado. Una conversación corta y sin mayor importancia a la que sucedió un encuentro en privado en el que también estaba presente su padre.
La reunión, que tuvo una duración de dos horas, y que, según la prensa local, fue promovida por una Kate Middleton (39) que, al igual que la reina Isabel, desean que solucionen sus diferencias. Que, poco a poco, puedan recuperar esa relación de la que presumían en el pasado. Aunque lo cierto es que, tal y como explicó la periodista Gayle King (66) en una entrevista con Oprah Winfrey (67) -ambas amigas de los duques de Sussex-, el encuentro no fue muy productivo.
El próximo cara a cara entre ambos tendrá lugar el 1 de julio. Ese día, su madre, la princesa Diana, hubiese cumplido 60 años y tendrá lugar la inauguración de una estatua en su memoria. Y si bien es cierto que ella, el amor que le profesan, parece ser la única capaz de tender puentes entre Harry y Guillermo, no menos lo es que en Inglaterra son pocos los que confían en una reconciliación fraternal.
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