El tiempo pasa para todos. Ya son 17 años desde aquella lluviosa mañana del 22 de mayo de 2004 cuando Letizia Ortiz Rocasolano (48 años) entró como una ciudadana más en la Catedral de la Almudena y salió convertida en la primera princesa de Asturias del siglo. El refranero español tiene un consuelo para esas parejas en las que el día de su boda no luce el sol y caen chuzos de punta, como fue el caso: "novia mojada, novia afortunada". La experiodista mojar se mojó seguro, lo segundo ya no lo tenemos tan claro.
17 no es un número simbólico en cuanto a aniversarios de bodas se refiere. A los ocho, celebras las de bronce; a los diez, las de aluminio; a los 25, las de plata; a los 50, las de oro; a los 60, son las de diamante. Y ya para récord, las de 70 son las de titanio. Mientras, vemos si nuestros Reyes van alcanzando las distintas categorías y les quitan la razón a los que aseguraban que no iban a llegar ni a las de bronce.
Le pese a quien le pese, son un matrimonio sólido y una familia unida que a lo largo de los años ha ido metamorfoseándose para adaptarse a los tiempos y a las circunstancias. Estos son las 17 cosas que han cambiado en estos 17 años en el matrimonio Borbón Ortiz.
1. Han crecido juntos
Aunque cuando se dieron el 'sí, quiero' ni Felipe (53) ni Letizia eran dos jovenzuelos -él tenía 36 años y ella 32-, sí se puede decir que en estos 17 años han madurado juntos. Primero como príncipes de Asturias y después, desde 2014, como Reyes.
2. Han formado una familia
Felipe y Letizia no esperaron mucho en su idea de ser padres, se casaron en mayo y en octubre del año siguiente nació su primera hija, Leonor (15). En su pedida de mano, en noviembre de 2003, el actual monarca hablaba de tener cuatro vástagos, y aunque la cosa se quedó en dos niñas, dejaron muy clara su intención de formar una familia. "Es que no eran unos niños. No sabían lo que iban a tardar en quedarse embarazos con los tiempos que corren y la edad que tenían. La idea de tener cuatro se quedó en nada en cuanto nació Leonor, el miedo a que lo siguiente fuera un niño, siempre estuvo ahí y no quisieron arriesgar más. Felipe no quería que su historia se repitiera", cuenta a JALEOS una amiga muy cercana a la familia.
3. Más cercanos a los Ortiz Rocasolano
Su relación con la familia de la Reina se ha estrechado mucho desde que se casaron. Cuando en febrero de 2007 Érika Ortiz se quitó la vida en su residencia de Moratalaz, antigua casa de su hermana Letizia, los Ortiz Rocasolano se convirtieron en una verdadera piña con una corteza dura e inexpugnable. Hasta entonces, sus relaciones con la prensa habían sido amistosas, con declaraciones de los padres de Letizia en varias ocasiones y posados, como el que compartieron en el verano de 2004 los todavía Príncipes de Asturias con Jesús Ortiz (72) y Ana Togores con motivo de la boda de estos últimos cerca de Oviedo.
Tras la trágica muerte de la hermana pequeña de la Reina, la familia política del Rey puso un candado a su vida privada que nunca se ha vuelto a abrir y cuya llave tiró al río la propia Reina. Paloma Rocasolano (69) pasa largas temporadas en la Zarzuela, antes con la excusa de cuidar a sus dos nietas y ahora para no estar sola. Y los Borbón Ortiz comparten vacaciones con Telma (47) y su hija, Amanda, de forma habitual.
4. Han dejado muchos amigos por el camino
Ambos han tenido que cambiar su círculo de amigos. Los Reyes han reducido muchísimo sus amistades. Mientras que el Rey mantiene tres o cuatro personas de confianza desde su etapa del colegio Rosales, como Álvaro Fuster y un número parecido de su paso por las academias militares, la Reina tiene cinco amigas, de total confianza, y poco más. Han sido muchas las decepciones que se han llevado en este terreno, como les pasó con López Madrid, íntimo de ambos y que terminó siendo el protagonista de un gran escándalo que salpicó sobre todo a la Reina con el famoso mensaje de compi yogui.
5. Letizia ha guardado su carácter
La Reina ha dejado de ser tan impulsiva. "Le ha costado mucho, porque ella es así. Pero es cierto que ha tenido que moderar su impulsividad, no tiene mal carácter, ni mucho menos, lo que le pasa es que dice lo que piensa sin problemas, y eso en su posición puede dar muchos problemas. Ahora se modera más, aunque a todo el mundo le sigue sorprendiendo lo mucho que habla", confiesa a este medio una persona cercana a su equipo en Zarzuela.
6. Un Felipe más cercano
Por su parte, Felipe ha ganado en naturalidad. El Rey se muestra mucho más relajado con la gente que antes de su matrimonio. "Ella le ha aportado otra visión de la sociedad y de las personas. Letizia le ha ayudado mucho a sentirse más parte de un todo, más a nivel de los españoles y sus problemas del día a día. En definitiva, un Rey para todos", confía una amiga de la familia real.
7. La relación inexistente con Juan Carlos
En estos 17 años la relación con Juan Carlos (83) ha sido una verdadera montaña rusa. Aunque en aquellos años no lo sabíamos, al padre de Felipe VI nunca le gustó Letizia. Pocas semanas antes de la boda, durante una cena con los amigos, el emérito les comentó su temor sobre la posibilidad de que este enlace fuera el fin de la monarquía en España. Con el paso de los meses, suegro y nuera comenzaron a limar asperezas y empezaron a tener una relación más cordial, pero sin pasar de ahí.
El caso con su hijo, Felipe VI fue el contrario. Padre e hijo siempre se han llevado bien, pero tras la abdicación los escándalos sobre el reinado anterior no han parado de dinamitar al actual monarca y la relación ahora mismo es prácticamente inexistente. Juan Carlos se encuentra exiliado en Abu Dabi desde el pasado tres de agosto, sin fecha de vuelta, y esperando a que el Tribunal Supremo decida sobre su posible declaración.
8. La crisis de las Reinas
Con la reina Sofía (82) el caso ha sido al contrario. El Rey tenía una fuerte unión con su madre. Al principio de la llegada de Letizia a Zarzuela, su suegra fue su mejor apoyo. No mentía la actual consorte cuando en su pedida de mano aseguraba que tenía en la que entonces reinaba a su mejor maestra para hacer su nuevo trabajo de forma impecable. Pero el posicionamiento de la emérita respecto a sus hijas, las infantas Elena (57) y Cristina (55), ha ido terminando con esa relación, minándola y haciéndola casi inexistente.
Además, la emérita Sofía nunca ha entendido por qué Paloma Rocasolano tenía vía libre para ver a sus dos nietas mientras que ella tenía que pedirle audiencia, viviendo al lado, a su nuera para poder visitarlas. La cosa estalló en las puertas de la Catedral de Palma de Mallorca a finales de marzo de 2018 cuando tuvo lugar la llamada La Crisis de las Reinas. "Pero en realidad fue solo un mal gesto, muy malo por parte de Letizia. No se llevan mal, la verdad es que tienen poca relación, pero es cordial. Como se puede llevar cualquiera con su suegra", aclara una amiga de la familia Borbón Ortiz.
9. El adiós a su hermana Cristina
El cambio más radical en las relaciones familiares desde 2004 es el que ha sufrido el Rey con sus dos hermanas, Elena y Cristina. Al principio de su noviazgo con la que entonces era la presentadora del Telediario de TVE, la pareja se encontraba en secreto en Barcelona para salir del foco de atención de Madrid. En la Ciudad Condal encontraban un poco de intimidad. Pero nunca fue cierta aquella leyenda que aseguraba que los ex duques de Palma de Mallorca fueron sus mejores confidentes. Es cierto que el entonces Príncipe acudía a ver a sus sobrinos cuando pasaba por allí, pero no les presentó a Letizia hasta que no fue el anuncio oficial.
Iñaki Urdangarin (53) y el actual Rey sí que mantenían una estrecha amistad. Amantes del deporte, quedaban a menudo para jugar al pádel y disfrutaban de una buena relación. Todo se hizo añicos con la primera bomba que estalló en Zarzuela en forma del Caso Nóos. "Felipe quería haber sido mucho más duro de lo que fue su padre por aquel entonces. De hecho, nada más ser proclamado Rey le quitó el título a su hermana y rompieron todas las relaciones posibles. No puede consentir que le salpique al trabajo que ellos están haciendo. No se hablan y no tiene pinta, después de lo de las vacunas, que vaya a solucionarse en breve", cuenta a EL ESPAÑOL una fuente cercana al equipo de Felipe VI.
10. Su amistad con Marichalar, incompatible con Elena
Su relación con la duquesa de Lugo también ha desaparecido casi del todo. "Aunque es distinta respecto a su hermana pequeña. Ella nunca trató bien a Letizia, siempre la consideró inferior y así se lo demostraba continuamente. Además, la duquesa de Lugo no le perdona que siga siendo amiga de Jaime de Marichalar (58), su exmarido. Con el Rey la cosa está tensa por culpa del padre, la hija mayor de Juan Carlos y Sofía, quiere que le dejen volver ya a España y Felipe no está por la labor", se añade.
11. Se han cerrado respecto a la prensa
Otra de las cosas que también han cambiado en estos 17 años ha sido la relación que los Reyes tienen con los medios de comunicación. Al principio de su etapa como príncipes de Asturias, era muy normal verles en charlas, en cualquiera de los actos, con la prensa que habitualmente cubre los temas de la Casa del Rey. Desde que llegaron al trono en 2014, la relación con los medios se ha vuelto distante y fría.
12. Cambios en el protocolo
Aunque no puede decirse que Letizia haya metido mano en el protocolo de la Casa del Rey, lo cierto es que desde que llegó como reina consorte se han relajado un poco las cosas. Un buen ejemplo de esto tuvo lugar hace unos días, cuando hizo entrega de la bandera nacional a un destacamento de la Guardia Civil como madrina.
Cuando este honor lo tenía la reina Sofía, ella impuso mantilla española y vestido negro. A la actual soberana es un atuendo que nunca le ha gustado (solo la hemos visto con peineta cuando ha visitado al Papa en el Vaticano) y decidió cambiarlo por atuendo de gala y en color blanco. Otra de las cosas que ha cambiado y que al principio llamó mucho la atención es que ella nunca bebe en los brindis. La esposa de Felipe VI no bebe alcohol en público y cuando llega este momento, levanta su copa y lo deja en la mesa sin hacer ni el amago de llevársela a la boca.
13. Otro modo de reinar
Respecto al modo de reinar, hay una gran diferencia entre Felipe VI y su antecesor en el cargo, Juan Carlos I. El actual Rey es una persona discreta, que se rige por lo que manda la Constitución y el Gobierno. Hace unos años, su padre hubiera llamado a Mohamed VI (57) de Marruecos sin dudarlo para mediar y solucionar con él el problema en la frontera de Ceuta. Sin embargo, su hijo, no cogerá el teléfono hasta que el presidente del Gobierno, Pedro Sánchez (49) o la ministra de Exteriores, se lo pidan.
14. El cambio físico de la Reina
Sin duda el cambio físico de la Reina en estos 17 años ha sido espectacular. Ya no por su operación de nariz, que según Zarzuela se debió a motivos de salud, en 2008, sino porque ha cambiado completamente su cuerpo. Aunque siempre ha sido de complexión delgada, desde hace ya mucho tiempo, Letizia lleva una dieta muy rigurosa, que impone también a sus hijas y hace muchísimo deporte. Tanto es así, que en muchas ocasiones se ha hablado de sus marcados músculos, sobre todo los de los brazos.
15. Forman un equipo
Aunque a Letizia la Constitución no le adjudica ningún tipo de función, solo la denomina consorte, lo cierto es que Felipe VI cuenta con ella para tomar casi todas las decisiones. Se han convertido en un verdadero equipo de trabajo.
16. La agenda de la Reina
La agenda de la mujer de Felipe VI ha ido ganando protagonismo a lo largo de estos 17 años. Tardó mucho tiempo en hacer su primer acto en solitario, casi un año después de casarse en 22 de mayo de 2004, porque quería estar perfectamente preparada. Desde entonces, ha ido cogiendo peso hasta eclipsar a su marido en algunas jornadas en las que coinciden con dos actos por separado. Se habla del de Letizia y poco se dice del de Felipe.
17. Las vacaciones
Aunque al principio parecía que Mallorca y Asturias iban a ser los destinos de descanso de los Reyes, la cosa no fue así. A la isla balear ahora solo van la primera semana de agosto, cumpliendo con la tradición,y a la tierra natal de la Reina dejaron de ir. Un misterio que nunca se ha llegado a resolver.
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