Meghan Markle (39 años) y Harry de Inglaterra (36) están a pocos días de conocer el rostro de su próxima hija. Según apuntan medios británicos como The Sun, la actriz espera salir de cuentas el jueves 10 de junio, coincidiendo con el que hubiera sido el centésimo cumpleaños del fallecido Felipe de Edimburgo.
Esta coincidencia y la reciente muerte del esposo de Isabel II (95) ha hecho que Harry y Meghan hayan pensado en tener la posibilidad de tener un bonito gesto con el difunto bisabuelo de Archie y su futura hija. Ese guiño vendría en forma de nombre para la niña, pues entre los nombres que barajan -según los tabloides de Reino Unido- está el de Philippa o Pip, versión femenina del nombre del duque de Edimburgo.
Sin embargo, esta es solo una de las opciones. Tienen otros dos nombres pensados, y también están muy ligados a la familia de Harry. Diana es uno de los nombres que suena con más fuerza, en honor a Lady Di; y el tercero hace un homenaje a la actual Reina de Inglaterra, ya que en su lista han añadido el nombre Lily, apelativo cariñoso de Elisabeth. Y es que el matrimonio se encuentra inmersos en los preparativos de la llegada de su hija. Su segunda experiencia con la maternidad y paternidad, respectivamente, después del nacimiento, el 6 de mayo de 2019, de su primogénito, Archie. Pero esta vez quieren que la llegada al mundo del bebé sea en su propia casa.
Así lo manifestó una fuente cercana al matrimonio a Page Six, que explica cómo hace dos años ya les rondó la idea por la cabeza, pero sus intenciones se vieron truncadas por las recomendaciones médicas: "Meghan ya planeaba dar a luz en Frogmore Cottage cuando estaba embarazada de Archie, pero al final sus médicos le recomendaron que acudiera al hospital privado de Portland, en Londres, para dar a luz".
En esta ocasión, Meghan desea que la niña nazca en la mansión que tienen en Montecito, en California. Además de que así podría cumplir su sueño, se evitarían filtraciones sobre el nacimiento antes de que ellos realizasen el anuncio oficial. Un detalle muy importante dado que uno de los motivos que les llevaron a alejarse de Inglaterra y de la familia real británica fue, precisamente, la guerra abierta con la prensa nacional. El mismo medio que ha recogido ese testimonio explica cómo, además, la duquesa de Sussex quiere que el parto sea asistido por un equipo médico compuesto únicamente por mujeres.
Fue el pasado 14 de febrero cuando la pareja anunció la noticia de que estaban esperando su segundo hijo y semanas después, detallaron que se trataba de una niña. "Podemos confirmar que Archie va a ser hermano mayor. El duque y la duquesa de Sussex están muy emocionados de estar esperando a su segundo hijo", era el puñado de palabras que acompañaba a una foto en blanco y negro de la pareja, tirados en el césped y en la que la actriz aparece tocándose la tripa.
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