Meghan Markle (39 años) y Harry de Inglaterra (36) se han convertido en padres por segunda vez. Los duques de Sussex ya han dado la bienvenida a su hija, a la que han llamado Lilibet Diana Mountbatten-Windsor. El bebé nació el viernes, 4 de junio, a las 11.40 horas de la mañana, en el hospital californiano Santa Barbara Cottage.
"El 4 de junio, fuimos bendecidos con la llegada de nuestra hija, Lili. Ella es más de lo que podríamos haber imaginado, y seguimos agradecidos por el amor y las oraciones que hemos sentido en todo el mundo. Gracias por su continua amabilidad y apoyo durante este momento tan especial para nuestra familia", se redacta en el comunicado emitido.
En el mismo texto se detalla que la pequeña pesó 3,2 kilos y se señala que "tanto la madre como el niño están sanos y bien y se están instalando en casa". En el hogar se encuentran junto al primogénito del matrimonio, Archie Harrison, que cumplió dos años el pasado 6 de mayo.
La recién nacida se une a los otros diez bisnietos que ya tiene la reina Isabel II (95). Precisamente con la monarca británica es con quien Harry y Meghan han querido tener un cariñoso guiño al escoger el nombre de su hija. Lilibet -o 'Lili', como aseguran que llamarán a la niña de forma privada- es un homenaje a la matriarca de la Familia Real, cuyo nombre de pila es Elizabeth.
Pero los duques de Sussex no solo han querido tener un bonito gesto con la Reina sino también con la madre de Harry. El segundo nombre de la pequeña es Diana, en honor a Lady Di, un deseo que el hermano del príncipe Guillermo (38) siempre tuvo en mente para cuando tuviera una hija.
Ambos nombres se encontraban entre las tres posibilidades que se barajaban y que fueron filtradas estos días por parte de los tabloides británicos. Junto a ellos se presentó también la opción de llamar al bebé Phillipa o 'Pip', como homenaje a su fallecido bisabuelo, el Felipe de Edimburgo. Y es que, Meghan salía de cuentas este jueves 10 de junio, fecha que coincidía con el cumpleaños del difunto royal. Sin embargo, finalmente el nacimiento se ha adelantado unos días y la pequeña ya disfruta de la compañía de sus padres y hermano en la lujosa mansión de Montecito.
Fue el pasado 14 de febrero cuando la pareja anunció la noticia de que estaban esperando su segundo hijo y semanas después, detallaron que se trataba de una niña. "Podemos confirmar que Archie va a ser hermano mayor. El duque y la duquesa de Sussex están muy emocionados de estar esperando a su segundo hijo", era el puñado de palabras que acompañaba a una foto en blanco y negro de la pareja, tirados en el césped y en la que la actriz aparece tocándose la tripa.
Semanas después del anuncio, en la recta final del embarazo, surgieron innumerables informaciones que apuntaban que Meghan deseaba dar a luz en casa, como ya quiso hacer cuando estaba embarazada de Archie y vivían en su residencia real en Reino Unido, y con un equipo formado solo por mujeres. Pero finalmente el parto ha tenido lugar en un centro hospitalario cercano a su mansión y asistida por los mejores profesionales.
Con la pequeña ya en el calor del hogar y arropada por los suyos, seguro que las felicitaciones por parte de la Familia Real británica no se harán esperar en las próximas horas.
Así es Santa Barbara Cottage Hospital
Meghan Markle ha dado a luz a su segunda hija, Lilibet, en el Santa Barbara Cottage Hospital, un centro que se encuentra a diez minutos de la residencia del matrimonio en la zona de Montecito. Este hospital tiene más de 100 años de historia y ha alumbrado entre sus muros a cerca de 2.500 bebés. Fue fundado en 1888 por un grupo de 50 mujeres cuyo único objetivo consistía en mejorar la calidad de vida en Santa Bárbara.
Todo un legado que, de seguro, conoce la duquesa de Sussex, pues siempre ha mostrado interés por el feminismo y el empoderamiento. En la actualidad, se atienden más de 2.000 partos, son cerca de 20.000 las personas que se ingresan cada año y presta servicio de urgencia a más de 70.000 pacientes. Las habitaciones disponen de todo tipo de prestaciones, desde Wi-Fi hasta un sillón reclinable, un sofá y una mecedora. Su empresa matriz es Cottage Health y se uno de los hospitales más eficientes de California con 600 empleados médicos.
Una hija muy esperada
El 25 de noviembre de 2020, Meghan desveló que había sufrido un aborto involuntario. Lo contó ella misma en primera persona en un artículo de opinión publicado este miércoles en The New York Times. Bajo el título Las pérdidas que compartimos, la esposa del príncipe Harry de Inglaterra se sinceró en una durísima carta donde ha contado, con el dolor de una madre que pierde a un hijo, que ese verano, embarazada de su segundo bebé, justo después de cambiar los pañales al pequeño Archie, sintió un fuerte calambre.
"Me dejé caer al suelo con Archie en mis brazos, tarareando una canción de cuna para mantenernos a ambos tranquilos... La alegre melodía de la canción contrastaba con mi sensación de que algo no estaba bien. Sabía, mientras abrazaba a mi primer hijo, que estaba perdiendo al segundo. Horas más tarde, yacía en una cama de hospital, sosteniendo la mano de mi esposo. Sentí la humedad de su palma y besé sus nudillos, mojados por nuestras lágrimas. Mirando las frías paredes blancas, mis ojos se pusieron vidriosos. Intenté pensar en cómo superaríamos de esta situación", escribió la duquesa de Sussex.
Un trágico episodio que hace aún más especial la reciente llegada al mundo de la pequeña Lilibet Diana, una niña cuyo nombre demuestra la importancia que sus padres, Harry y Meghan, dan al concepto de familia y al hecho de seguir ligados a la sangre a pesar de la distancia.
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