Este viernes 16 de julio, Mónaco se ha engalanado especialmente. Por unas horas parecía que el coronavirus no existía, que las fiestas sociales volvían a cobrar el esplendor y brillo de antes de la pandemia. El glamour se abría paso entre la precaución y las mascarillas para celebrar el emblemático baile de la Cruz Roja en el Principado. Evento que este año, como no podía ser de otra manera, se ha visto de nuevo modificado por la pandemia de coronavirus.
Cambios y novedades en el formato para acoplarse a las circunstancias sanitarias. Como cada año en la fiesta, uno de los acontecimientos más importantes y esperados por los medios de comunicación es el reencuentro familiar de los Grimaldi, que de nuevo no se ha mostrado al completo. Han hecho acto de presencia, eso sí, la princesa Carolina de Mónaco (64), con un vestido de Chanel color tabaco; Carlota (34) -con un sencillo vestido de tirantes y falda de volantes-; Andrea y Pierre Casiraghi (33), estos últimos acompañados por sus esposas, Tatiana Santo Domingo y Beatrice Borromeo. También ha asistido el príncipe Alberto (63), en solitario.
Este no ha acudido con su mujer, Charlène (43), quien no ha podido regresar al lado de su esposo y sus hijos, Jacquès (6) y Gabriella (6), por un fuerte problema de salud que le ha impedido viajar y del que ahora ha desvelado las causas. Durante un viaje a Sudáfrica en misión para la conservación de la fauna, Charlène sufrió una infección de nariz, oído y garganta que comenzó tras haberse sometido a un levantamiento de senos paranasales e injerto óseo antes del viaje. Así lo ha explicado ella misma en una nueva entrevista con el canal sudafricano News24. La Princesa ha comentado que no se dio cuenta del problema hasta que experimentó un fuerte dolor de oídos que la obligó a visitar a un especialista. Según ha comentado en la entrevista, de momento no puede regresar a Mónaco porque la presión de sus oídos no se "iguala" y sería un riesgo volar por encima de los 6.000 metros.
Sea como fuere, tampoco han podido disfrutar de la velada Dimitri Rassam, marido de Carlota Casiraghi, Estefanía de Mónaco (56) y sus hijos, Pauline Ducruet, Louis Ducruet y Camille Gottlieb, ni Alejandra de Hannover. Eso sí, pese a que la princesa Charlène no ha podido acudir, sí lo han hecho su hermano, Gareth Wittstock, y su esposa, Roisin Galvin. En lo que respecta a la celebración, esta no ha perdido un ápice de su carácter solidario, si bien ha tenido lugar, como excepción, al aire libre, y ha estado amenizada por la magistral voz en directo de Jamie Cullum.
Como grandes anfitriones que siempre han sido, los Grimaldi han recibido a todos los asistentes, quienes han pagado entre 200 y 800 euros para poder asistir al evento, ubicado en la terraza del Café de París Montecarlo. Tras posar y dar esa bienvenida, todos se desplazaron a la Plaza del Casino para, más tarde, tomar un cóctel y disfrutar de un concierto.
Charlène, en la lejanía
Aunque físicamente ha estado alejada de su familia, Charlène se ha mantenido en contacto con ellos y no se ha olvidado de los momentos más importantes. Si bien se perdió su décimo aniversario con su esposo, lo celebró públicamente con un emotivo vídeo colgado en su cuenta de Instagram, en el que agradeció por todos los detalles recibidos.
"A todas nuestras familias, amigos y seres queridos. Gracias por su amor y apoyo, y por la generosidad que hemos recibido durante esta década de nuestro matrimonio. Con gratitud podemos continuar nuestro trabajo a través de nuestros cimientos. Gracias por los obsequios de aniversario, por su generosidad y confianza", escribió entonces la exnadadora, quien pese a los rumores de crisis con su marido, se ha mantenido firme y ha reiterado lo mucho que lo quiere. "Albert es mi roca y mi fuerza y sin su amor y apoyo no habría podido superar este momento doloroso", ha comentado.
Recientemente, Charlène de Mónaco también compartió unas imágenes en sus redes sociales en las que se le veía hablando a través de una videollamada con sus mellizos. "Pasar tiempo con Jacqui y Bella, haciendo mantas para la guardería de al lado. Deséenme suerte", escribió la Princesa, que pese a todas sus demostraciones de afecto, no ha dejado de ser objeto de la polémica.
Bunte, la conocida revista alemana especializada en prensa rosa y realeza, ha dado por hecho en su edición en papel la separación de Alberto y Charlène de Mónaco, aportando varios detalles y pistas. No obstante, hasta que no haya un comunicado del principado o los Grimaldi, todos seguirán siendo rumores.
[Más información: Charlène de Mónaco revela la causa de su enfermedad y el motivo por el que no puede volver al principado]
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