El evento institucional que la reina Isabel II (95 años) ha presidido en el Parlamento escocés, ha quedado eclipsado por unas tiernas palabras con las que la monarca hacía referencia a su esposo, el duque de Edimburgo, por primera vez de que este falleciera.
La Reina acudía al acto de apertura de la sexta sesión de la cámara escocesa este 2 de octubre y en su discurso no ha podido evitar hacer referencia a los numerosos y emotivos recuerdos que ha acumulado en este territorio junto al que fuera su marido: "He hablado antes de mi profundo y permanente afecto por este maravilloso país, y de los muchos recuerdos felices que el príncipe Felipe y yo siempre hemos tenido de nuestro tiempo aquí", comenzaba la soberana.
A estas palabras, añadía: "A menudo se dice que son las personas las que hacen un lugar, y hay pocos lugares donde esto sea más cierto que en Escocia, como hemos visto en los últimos tiempos". La soberana ha estado acompañada por el príncipe Carlos (72) y la esposa de este, Camilla Parker Bowles (74), a quienes en este territorio se conoce como los duques de Rothesay.
Durante su discurso, la Reina también ha hecho referencia al fuerte nexo que existe entre el príncipe Guillermo (39) y Escocia. Y es que fue en la Universidad de St. Andrews en estas tierras donde el nieto de la soberana cursó su formación superior y no solo eso, sino que en esta institución se fraguó su historia de amor con Kate Middleton (49), quien también era alumna del centro educativo.
"El príncipe Guillermo me ha contado muchas historias alentadoras que escuchó de primera mano en las que personas y comunidades de toda Escocia se unían para proteger y cuidar a los que están aislados o vulnerables", afirmó la Reina. "Presidente, Primer Ministro, Miembros del Parlamento escocés, el duque y la duquesa de Rothesay y yo continuaremos siguiendo su progreso con el más cercano interés, y le expresamos nuestros más sinceros deseos al embarcarse en esta sexta sesión del Parlamento ", declaró la soberana.
Fue el pasado mes de julio cuando Isabel II afrontó su primer viaje en solitario al castillo de Balmoral, en Escocia, tras el fallecimiento de su esposo tres meses antes, en abril. Este era el lugar donde la pareja solía pasar los veranos instalándose cada agosto hasta el comienzo del otoño. Fue en agosto de 2020 cuando el matrimonio disfrutó de sus últimas vacaciones en este lugar.
Para este evento Isabel II ha sido fiel a su colorido vestuario y ha escogido un abrigo de lana de espiga de corte a en un intenso verde alpino. Lo ha combinado con un vestido de estampado floral en dorado brillante, ambas piezas de Stewart Parvin. A esto ha añadido su complemento inseparable: un sombrero de la diseñadora Rachel Trevor Morgan y el broche de cardo de diamantes Queen Mary.
La duquesa de Rothesay llevaba un vestido abrigo verde adornado con tartán de Rothesay, junto con una boina verde de Philip Treacy y un broche de cardo de diamantes.
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