El príncipe Moulay Hassan de Marruecos (18 años), que alcanzó la mayoría de edad el pasado mes de mayo, lleva por bandera la discreción en lo que respecta a su vida privada y procura desaparecer del ojo público lo máximo posible. Pese a que es el heredero al trono marroquí, quiere disfrutar de su juventud e intenta, por ello, no hacer excesivo ruido mediático cuando sale con amigos o asiste a locales famosos dentro y fuera de su territorio. Pero, debido a su fama, no siempre puede controlar que sus salidas queden ocultas al mundo.
Estos días se ha hecho pública una fotografía en la que puede verse al Príncipe heredero posando junto a Nusret Gökçe, un cocinero y restaurador turco propietario de la lujosa cadena de asadores de carne. Hasta ahí todo normal, pero la peculiaridad de este chef va más allá de los fogones. Nurset ha revolucionado internet en los últimos años por la forma en la que prepara los menús carnívoros y sobre todo por el modo en el que echa la sal a los gigantescos filetes que ofrece. De hecho, su pose -con el brazo hacia arriba y doblando la muñeca para lanzar la sal desde la distancia del plato- se convirtió en un meme mundial. Debido a esa característica pose ha sido apodado Salt Bae.
Además de la curiosa forma en la que sazona las carnes, el cocinero llama la atención por su aspecto. Siempre posa con una ceñida camiseta blanca que marque sus trabajados brazos, combinados con un pantalón negro y con unas gafas de sol redondas, accesorio que emplea pese a estar dentro de su local.
Estas extravagancias lo convierten en un personaje muy llamativo para todo tipo de sectores, desde los críticos gastronómicos hasta las celebrities. Los primeros no han parado de criticar negativamente la labor del chef en sus restaurantes, hasta el punto de calificar su oferta de "grotesca", con una "innecesaria puesta en escena" y precios desmesurados por un "servicio pésimo". La realidad es que se apunta que comer en sus locales Nusr-Et cuesta de media 500 euros por persona, una cifra astronómica que le puso en boca de todos y, junto a su peculiar forma de trabajar y vestirse, le generó una gran crisis de negocio e imagen. Sin embargo, hay un sector de la crítica que avala sus curiosas técnicas.
Por otro lado, los famosos de todo el planeta se muestran entusiasmados con su pericia con la carne y han visitado algunos de sus restaurantes. De hecho, el propio Salt Bae ha sazonado los platos de Leonardo DiCaprio (46), Gerard Piqué (34), Nicky Jam (40), Maluma (27), Benzemá (33) o Nicolás Maduro (58), entre otros.
No es casualidad que el chef esté presente en la cocina en el momento exacto en el que un rostro famoso llega a uno de sus restaurantes. Y es que Nusret está pendiente de toda aquella celebrity que le visita y procura acercarse a ellos, ser su anfitrión y por supuesto, obtener una fotografía junto a los vip para después compartirla en sus redes y presumir de su clientela de élite.
Lo mismo ocurrió cuando el príncipe Moulay Hassan hizo su aparición en uno de sus locales. El chef ya estaba prevenido de su presencia y le atendió en primera persona y consiguió su mayor tesoro: una foto con el heredero de Marruecos. El cocinero utiliza estas fotos a modo de publicidad y para reformar la confianza de sus clientes vip en él pese a las malas críticas de algunos expertos.
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