Ni cenas de honor en el Palacio Real, ni bodas de príncipes europeos, ni nada… Está claro que para la reina Letizia (49 años) el momento más importante del año es este: la entrega de los Premios Princesa de Asturias, en su tierra Oviedo. Es esta tarde cuando nunca falla. Te puede gustar o no, pero ella lo da todo para hacer ese corto paseo en la alfombra azul del Teatro Campoamor.

No hay que pasar desapercibida, Leonor (15) es protagonista sí o sí, así que la esposa de Felipe VI (53) deslumbra sin ningún tipo de complejo. Hemos podido ver a la Reina más brillante y femenina, sacándole todo el partido a su silueta. Un acierto 100% que deja claro que cuando quiere, puede.

Letizia ha elegido el color más elegante entre toda la escala cromática, el negro noche. Un tono con el que es muy difícil fallar. Además, la silueta que ha elegido le va a su cuerpo como anillo al dedo. Se trata de un vestido de corte midi, en patrón años 40, ceñido a la cintura y con una gran falda de vuelo con tul por debajo para darle muchísimo volumen. Si no ha tenido frío esta mañana, no lo iba a tener esta tarde, y el diseño es sin mangas, por lo que puede lucir sus musculosos brazos con total tranquilidad.

Aunque tradicionalmente en este día tan importante la Reina confiaba para vestirse en la aguja de Felipe Varela, el año pasado se vistió de Josep Font un diseño repetido por culpa de la pandemia y este año ha abandonado al modisto madrileño y ha elegido un vestido firmado por la marca, también española, The 2nd Skin.

Una prueba irrefutable de la importancia que Letizia le da a esta ceremonia es que saca toda la artillería en forma de joyas. Ha apostado por unos maravillosos pendientes que, al peinarse con un moño bajo, se le han visto con mayor detalle. Se trata de una pieza que pertenece a las joyas de pasar y que formaron parte de la Reina Victoria Eugenia. La mujer de Felipe VI recurre a ellos en los momentos especiales. Lo mismo que las pulseras gemelas de Cartier que ha llevado, que cada vez que las lucen son un éxito asegurado.

Pero si el look ha tenido nivel en cuanto a vestido y joyas no se ha quedado corto tampoco en bolsos y zapatos, ambos firmados por marcas de Alta Costura, ya que los salones son de Manolo Blahnik y el bolso de Bottega Veneta.

Esta tarde era un momento especial, la demostración de que volvemos a una nueva normalidad en casi todo, y que los Premios Princesa de Asturias es uno de los eventos más importantes del año en este país. Había que echar toda la leña al fuego y la Reina ha estado a la altura.

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