Siete frenéticos e intensos días han pasado desde que una revista del corazón descubriera a Iñaki Urdangarin (54 años) de la mano de una mujer que no era la infanta Cristina de Borbón (56). Desde entonces, mucho se ha escrito, asegurado y especulado, incluyendo las declaraciones de los implicados y de su entorno más cercano.
"Son cosas que pasan", fue la primera declaración que se hizo pública, confirmando indirectamente el "vínculo" del exduque de Palma con su compañera de trabajo, Ainhoa Armentia (43). En las últimas horas, ha visto la luz el comunicado que el todavía matrimonio ha emitido, con su decisión de "interrumpir su relación".
Desde que saltara el escándalo, Iñaki ha seguido una rutina muy marcada, inalterable casi: de su casa, al trabajo. Y al revés. Ni un solo día ha faltado al despacho de abogados donde trabaja. Cabe recordar en este punto que Urdangarin vive en Vitoria, en casa de su madre, Claire Liebaert, desde que se le concediera el tercer grado penitenciario.
La madre del que fuera jugador de balonmano también ha sido preguntada vía telefónica en los últimos días por esa mujer con la que su hijo ha sido inmortalizado, y por la intrahistoria de su incipiente relación. "Como comprenderán, no voy a hacer ningún comentario", aseguró, relajada y rotunda. Eso sí, confirmó que está al tanto de los últimos acontecimientos en la vida de su vástago: "Sí, sí, sí". Ahora, EL ESPAÑOL ha podido conocer cómo vive la familia Urdangarin este maremágnum informativo.
Desliza una fuente bien informada que Claire Liebaert apoya sin fisuras a su hijo Iñaki, y fue debidamente informada de todo antes de la famosa portada. Evita salir de casa para no verse asediada por los medios de comunicación, con los que, por otro lado, siempre ha mantenido una relación muy cordial. Lleva "regular" estos días de llamadas incesantes a su teléfono. Pese a todo, se hace constar que no fue al principio una noticia agradable porque Claire quiere mucho a Cristina, quien ha sido en determinados momentos como "una hija más en la familia".
No solo por Claire, también por las hermanas de Iñaki, quienes mantienen una relación "súper estrecha" con ella, aún a día de hoy. Han sido, en los momentos más críticos a nivel judicial, cuñadas y confidentes. De hecho, se pudo comprobar cuando la infanta Cristina se reunió en la pasada Navidad con Lucía y Laura, las hermanas de Urdangarin.
En otro orden de cosas, se confirma a este periódico que la que está llamada a ser la nueva ilusión sentimental del exduque de Palma, Ainhoa Armentia, continúa protegiendo al máximo a su familia; a su todavía marido, a sus hijos y también a sus padres.
Tanto es así que Armentia hace días que no duerme en el domicilio conyugal para evitar que se haga guardia en la puerta de su casa. Según se informa, está "viviendo con su padre". Se concreta la identidad del progenitor porque, hasta donde se ha asegurado en televisión, los padres de Ainhoa "están divorciados".
Iñaki: "Está todo dicho"
Urdangarin evitó pronunciarse públicamente sobre su ruptura matrimonial con la Infanta a la salida, este pasado lunes 24 de enero, de su trabajo en Vitoria y, al ser preguntado por los periodistas, se limitó a responder: "Está todo dicho". "Muchas gracias, de verdad", añadió.
La infanta Cristina e Iñaki Urdangarin han decidido "de común acuerdo, interrumpir su relación matrimonial", según han asegurado ambos en un comunicado remitido a EFE en el que subrayan que el compromiso con sus cuatro hijos "permanece intacto".
"De común acuerdo, hemos decidido interrumpir nuestra relación matrimonial. El compromiso con nuestros hijos permanece intacto. Dado que es una decisión de ámbito privado, pedimos el máximo respeto a todos los que nos rodean. Cristina de Borbón e Iñaki Urdangarin", reza el texto del breve comunicado en el que formalizan su decisión.
Por su parte, Cristina de Borbón permaneció en Zarzuela desde el pasado martes 18 de enero hasta el viernes 21, consiguiendo que su estancia en el Palacio no trascendiese públicamente. La hija del rey Juan Carlos (84) viajó a Madrid procedente de Ginebra en vuelo regular el pasado martes, una vez fue informada de la publicación un día después de las imágenes de su marido con otra mujer. Y en el ala del palacio de la Zarzuela donde reside la reina emérita Sofía (83) estuvo Cristina hasta el viernes.
La separación tiene lugar después del revuelo que suscitaron las fotografías publicadas el pasado miércoles por la revista Lecturas en las que se veía a Urdangarin paseando de la mano con Ainhoa Armentia, compañera de trabajo en el bufete de Vitoria y madre de dos hijos. Las imágenes se tomaron el pasado 11 de enero en la playa de Bidart (Francia), donde la familia Urdangarin tiene una residencia de verano.
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