Las claves que demuestran que Victoria Federica ha convertido sus redes sociales en un negocio

Desde que el pasado mes de octubre decidió abrir su perfil de Instagram, todo hacía vaticinar que Victoria Federica de Marichalar (21 años) quería dejar a un lado su imagen de nieta de los Reyes eméritos para volverse un personaje público. Se convirtió en la invitada estrella de las alfombras rojas de nuestro país y sus encuentros con amigos, sus viajes y parte de su día a día empezaron a salir a la luz.

Por sus movimientos en redes y sus apariciones públicas había sospechas de que la hija de la infanta Elena (48) tenía intenciones de dedicarse a la creación de contenidos en Instagram. Sin embargo, no hubo confirmación de ello hasta hace pocos días, cuando Vanitatis desveló que la joven ya forma parte de la cartera de instagrammers que maneja Soy Olivia, la prestigiosa agencia que también representa a sus amigos Tomás Páramo (25) y María García de Jaime (25) o la exitosa María Pombo (27).

En octubre, cuando acababa de quitarle la privacidad a su cuenta, Arantxa Pérez, de la agencia PR & MANAG, explicó a EL ESPAÑOL que no se podía catalogar a Victoria Federica como una influencer, pero sí como un personaje que "influye por pertenecer a una élite". Aunque la experta veía extraño que la sobrina de Felipe VI (54) quisiera negociar su perfil "por el círculo social en el que se mueve", no descartaba su participación en alguna firma. De hecho, en sus palabras, "sería un éxito tenerla como embajadora porque va a influir sí o sí".

Hoy, casi cuatro meses después de aquel análisis, Victoria Federica ha dejado claro que quiere convertir su Instagram en un trabajo. No solo lo demuestra su fichaje en la mencionada agencia de influencers, sino también su nueva forma de actuar en las redes sociales. 

Varias de sus instantáneas han sido captadas por fotógrafos profesionales, una estrategia habitual entre los influencers para contar con un book de imágenes de máxima calidad. Cuando se ha dado el caso, como ocurrió con su último posado en medio de la inauguración del Salón internacional de la moda flamenca (SIMOF), Victoria Federica ha hecho mención del experto responsable en su fotografía, una dinámica que suelen mantener los creadores de contenidos. 

Ahora, además, las instantáneas de Victoria Federica son mucho más posadas y guardan una impecable estética. Sus últimas publicaciones son en solitario y se muestra con gestos y actitudes similares a los de cualquier modelo.

Victoria Federica en el 'photocall' de un evento de Moet Chandon. Gtres

Otra de las claves que deja al descubierto la intención de Victoria Federica de trabajar con las redes es la referencia a las firmas de moda y belleza que han sido artífices de sus estilismos más aclamados. Lo hizo tras los Elle Style Awards, su primera alfombra roja; en una fiesta de la agencia que ahora la representa; después de su aparición en los premios BMW de Pintura, cita a la que acudió con su abuela, la reina Sofía (83); y recientemente, en el primer día de SIMOF, en el que fue la encargada de cortar la cinta inaugural. 

Sus ganas de hacer de las redes sociales un negocio, también se ve reflejada en la apertura de su perfil de Instagram a un sector que antes le generaba desconfianza. Aunque en octubre quitó la privacidad de su cuenta, este periódico pudo comprobar que Victoria Federica bloqueaba a los periodistas para evitar que tuvieran acceso a sus publicaciones. Era una forma, tal y como explicó Arantxa Pérez en su momento, "de evitar anular la poca privacidad que le quedaba y controlar el contenido que le gustaba". Hoy, es distinto. Cuatro meses después de aquellos movimientos, este medio ha verificado que la nieta de los Reyes eméritos ha dado libertad a todo público para acceder a su cuenta. 

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