Los Reyes de Bélgica han realizado una especial ceremonia de bienvenida al presidente federal de Austria, Alexander Van der Bellen (78 años), y su esposa, Doris Schmidauer (58). Los líderes austríacos han sobrevolado los más de 1.000 kilómetros que separan Bruselas de su país para realizar su visita de Estado oficial a Bélgica del 21 al 23 de marzo.
Se trata de un viaje muy importante para ambos territorios, ya que es la primera visita de Estado entre Austria y Bélgica desde 1997, pero también la primera visita de Estado entrante a Bélgica desde el comienzo de la crisis sanitaria en 2020. Por este motivo los monarcas belgas no han escatimado en el recibimiento a sus invitados.
El rey Felipe (61) y su esposa, Matilde de Bélgica (49), han recibido al político y su esposa a las puertas del palacio real de Bruselas, con los soldados y un desfile de autoridades militares, con las dos banderas de ambos países ondeando en el lugar y con una larga alfombra roja hasta la escalinata de su residencia.
Para la especial ocasión, la reina consorte de Bélgica ha escogido un favorecedor y elegante abrigo-vestido en color frambuesa suave combinado con un sombrero del mismo tono y un clutch en la idéntica gama. La esposa del rey Felipe ha deslumbrado en este gran día con su pieza estilística principal, un look que parece inspirado en el emblemático estilo de Kate Middleton (40), que siempre es fiel a sus abrigos trajeados con los que se cuela en los primeros puestos del ranking de las royals mejor vestidas.
Matilde de Bélgica no solo ha acaparado los titulares de prensa por su aplaudido estilismo. El hecho del viaje en sí ya es noticia en los medios locales de ambos países. Con esta visita de Estado se reiteran los estrechos lazos históricos y culturales entre Austria y Bélgica y su voluntad de actuar juntos para afrontar los retos actuales y futuros, como el conflicto de Ucrania y sus consecuencias, la transformación tecnológica y la innovación sostenible en el marco del Green Deal, así como el fortalecimiento de las asociaciones europeas y multilaterales.
De hecho, la invasión por parte de Rusia que está desolando al territorio ucraniano es uno de los temas que más ha afectado a la Familia Real belga. Tanto es así que el pasado sábado 19 de marzo el rey Felipe de Bélgica y su esposa anunciaron a través de un comunicado emitido por la RTBF (Radio Télévision Belge Francophone) que acogerán a tres familias de refugiados de Ucrania en los próximos días.
Los monarcas han decidido poner a disposición de los ucranianos dos apartamentos vacíos que pertenecen a su Corona, concretamente a la Royal Donation. Esta institución es la que se encarga de gestionar las propiedades que el rey Leopoldo II de Bélgica donó en el año 1900 a la nación belga con la condición de que nunca serían vendidas; lejos de eso, se comprometieron a que conservarían su función y permanecerían a disposición de los sucesores del trono belga para lo que dispusieran. Ahora serán el hogar de los que más lo necesitan y que han tenido que huir de su país natal por un descomunal ataque por parte de Vladimir Putin (69).
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