El próximo martes 29 de marzo, Felipe VI (54 años) y Letizia (49) visitarán la capital de Inglaterra para estar presentes en una solemne cita a la que fueron invitados de forma expresa por la reina Isabel II (95). Hace unas semanas, llegó al palacio de la Zarzuela un sobre con el membrete de Buckingham en cuyo interior se hallaba la petición redactada de la soberana británica en la que requería la presencia de los representantes de la Corona de España para una reunión muy especial en Londres.

En seis días, la Abadía de Westminster acogerá la celebración de un servicio religioso excepcional en recuerdo del duque de Edimburgo, fallecido el pasado 9 de abril de 2021 a los 99 años de edad en el castillo de Windsor. La solemne reunión estará presidida en primera línea por los miembros de la familia real británica, pero contará con la multitudinaria representación de las casas reales más importantes de Europa, entre ellas la española.

Hace un año, al último adiós del esposo de la Reina solo pudieron asistir una treintena de personas debido a las restricciones por la Covid-19, pero en el aniversario de su muerte, Isabel II ha decidido homenajearle como se merece y ante las dinastías reales más relevantes. En este sentido, la confirmación de la asistencia de Felipe VI y Letizia no solo es importante por lo que suponen en el marco de los linajes monárquicos, sino principalmente porque son familia del fallecido.

El vínculo del Rey de España con los Windsor Mountbatten es muy directo, ya sea por parte de la reina Sofía (83) como por parte del rey Juan Carlos (84). Y es que el abuelo paterno de la Reina emérita era hermano del padre del duque de Edimburgo. Además, la reina Victoria Eugenia, abuela del Rey emérito, era nieta de la reina Victoria de Reino Unido. Estos lazos se mantienen muy presentes a día de hoy en la intimidad de ambos palacios, por este motivo, cuando coinciden en algún acto, su estrecha unión se evidencia en sus gestos y su complicidad mutua.

Tanto es así que en los dos anteriores viajes de los Reyes a Reino Unido, el primero en 2017 y el último en 2019, fueron muy comentados por la prensa británica e internacional las muestras de cariño que los monarcas se profesaban entre ellos y de manera pública. La soberana de todos los británicos no quitaba la sonrisa de la cara cada vez que compartía acto con Felipe y Letizia, se mostraba muy habladora con la Reina de nuestro país quien respondía con mirada de admiración y muecas muy tiernas -como cuando la ayudaba a bajar los escalones de palacio-. Y por su parte Felipe VI no pudo disimular su afecto por la monarca más longeva y su estrecho vínculo familiar, ya que llegó a abrazarla y darle dos besos a su despedida, un gesto de cercanía que causó gran polémica y acaparó titulares en los tabloides ingleses.

El 14 de julio de 2017, después de tres días de estancia en Londres por su viaje de Estado oficial a Reino Unido, los Reyes españoles se despidieron de Isabel II y su esposo a las puertas de Buckingham. Segundos antes de que el Roll Royce burdeos que les recogió hiciera acto de presencia al final de la alfombra roja, Letizia apretó la mano de la soberana británica e hizo la reverencia. El Rey fue a hacer lo propio pero antes de llegar a inclinarse en señal de respeto hacia Isabel II, esta le frenó, estrechó sus brazos y se acercó a él, gesto al que Felipe VI respondió con un sutil abrazo y dándole dos besos en las mejillas.

Igual de cercano fue su fugaz encuentro hace tres años. Los Reyes de España viajaron hasta Londres en junio de 2019 porque Felipe VI fue investido como Caballero Supernumerario de la Jarretera, líder de la Orden del Servicio de la Jarretera en Capilla de San Jorge. El encuentro fue breve, pero volvieron a producirse los gestos de cariño y respeto entre los representantes de las aliadas casas reales.

Es cierto que los Windsor tienen vínculos familiares con casi todas las coronas europeas debido a su amplísimo árbol genealógico, pero con España mantiene un lazo especial desde que la reina Sofía y Juan Carlos I consolidaron su vínculo en la década de los 90. El viaje a Mallorca de Carlos de Inglaterra (73) y Lady Di, así como las políticas comunes que han afectado siempre a ambos países han hecho que su conexión se siga fortaleciendo. Por este motivo, mientras la primera fila de la Abadía de Westminster estará copada el próximo martes por rostros pertenecientes a la saga real británica, seguro que los Borbón estarán muy cerca, en un lugar digno de la relevante unión que tenían con el fallecido duque de Edimburgo.

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