El príncipe Hamzah bin Husein, exheredero a la Corona y hermanastro del actual rey jordano, Abdalá II, ha anunciado en una carta su renuncia al título, un año después del presunto caso de sedición que orquestó y que agitó la monarquía de Jordania.
"Por honestidad a Dios y a la conciencia, no veo (otra opción que) la renuncia y el abandono del título de príncipe", anunció Hamzah en una carta publicada en su cuenta oficial de Twitter.
El príncipe señaló que con ese título tuvo el "honor de servir" a su país y al pueblo jordano.
Asimismo, justificó que la renuncia se debe a que sus "convicciones personales" y principios heredados de su padre "no son coherentes con el método, las directrices y el estilo moderno" de las instituciones jordanas, dijo, sin dar más detalles.
Hamzah, que en los últimos meses se ha disculpado públicamente por su conducta y ha jurado lealtad al Rey, aseguró que sigue siendo "fiel" a Jordania, de acuerdo con la carta.
A principios de abril de 2021, las autoridades jordanas acusaron a Hamzah de haber tenido "contacto con partes externas" y haber realizado "movimientos y actividades" con el fin de "desestabilizar la seguridad" de Jordania, por lo que fue puesto bajo arresto domiciliario.
Tres meses después, el Tribunal de Seguridad del Estado condenó al exjefe de la corte real Basem Awadallah y a Sharif Hassan bin Zaid, un miembro de la familia real, a 15 años de cárcel después de encontrarlos culpables de "incitación contra el Rey, llevar pensamientos hostiles contra el Estado y buscar sembrar anarquía y sedición en el país".
Sin embargo, el Rey jordano se reconcilió con su hermanastro, que no fue imputado, y dio por cerrada la crisis en el seno de la familia real, después de que Hamzah jurara públicamente lealtad a Abdalá II y a los valores de la dinastía.
El pasado 8 de marzo, el expríncipe asumió públicamente "la responsabilidad" y "las ofensas" contra la Casa Real "que culminaron en los eventos del caso de sedición", y pidió a Abdalá II "pasar página".
[Más información: El príncipe Hamzah, la debilidad de la reina Noor de Jordania: la férrea defensa a su hijo]