Iñaki Urdangarin (54 años) y su pareja sentimental, Ainhoa Armentia Acedo, continúan con su historia de amor en Vitoria, ajenos a comentarios y voces críticas. Muchos fueron los que profetizaron que su relación no tenía base sólida y que sería un affaire de días. Se equivocaban.
Iñaki y Ainhoa van en serio y sólo ellos, y su entorno más cercano, sabe del arraigo y la madurez de su amor. Diariamente, dan pasos al frente, pequeños pero certeros. Sin aspavientos y ruido mediático.
EL ESPAÑOL se hizo eco hace unos días de que la flamante pareja había encontrado un hogar, el sitio en el que poder verse a solas y disfrutar de su historia de puertas adentro. "Lo tienen visto y con señal dada", se asegura.
No hay que obviar que Armentia sigue viviendo en el domicilio de su padre -sus hijos hacen lo propio con el marido de ella, Manuel, en la casa que un día fue conyugal-, e Iñaki comparte casa con su madre, Claire Liebaert Courtain. De momento, así continuará siendo hasta que Iñaki tenga "trabajo fijo".
Sólo entonces darán el gran paso. Mientras tanto, los enamorados han encontrado un inmueble a las afueras de Vitoria, "en una buena zona de la ciudad, en una de las urbanizaciones más selectas y tranquilas", como adelantó este medio. Vivirán, cuando llegue el momento, en régimen de alquiler "con opción a compra".
Hace unas horas, Vanitatis informaba de que el exduque de Palma no tiene "ni un duro". Según el entorno de Iñaki, en conversación con el citado medio, vive de prestado y prácticamente no paga nada cuando hace ocio con amigos. Su situación, al menos con carácter oficial, es "austera".
Ya explicó a este periódico un amigo de Iñaki que es un hombre de gustos sencillos: "Puede parecer extraño con todo lo que ha pasado, pero no le gusta el lujo y no verás que sea caprichoso con nada material".
Detalla quien puede hacerlo que el alquiler de su nueva casa correrá a cuenta de ambos por igual. Eso sí, para ello Iñaki necesita emolumentos y un trabajo fijo. "Es el acuerdo al que han llegado. Él no va a dar ese paso si no hay igualdad de condiciones. Eso lo tiene muy claro. Además, es que no hay necesidad de correr...".
Eso sí, dado que la pareja ha dado ya una "señal" por el inmueble, se espera que la situación laboral del exduque cambie de forma inminente.
Sobre su posible salida profesional, mucho se ha especulado y nada parece claro al respecto. Lo que sí se desmiente de pleno a EL ESPAÑOL es que el exduque vaya a trabajar en el Barça y asentar su residencia en Barcelona: "No es cierto. Iñaki no se irá de Vitoria. En eso no hay vuelta. Él seguirá viviendo aquí".
En esa línea laboral, el medio citado anteriormente arroja luz sobre un hipotético escenario para Iñaki. Su hermano, Mikel, dirige desde hace años un club deportivo en Vitoria, Fundación Estadio, y allí podría trabajar como entrenador.
"Ha tenido ofertas en firme. Es una opción que no descarta, aunque preferiría otra cosa por aquello de que no piensen que es un enchufado", informa a EL ESPAÑOL la fuente consultada en Vitoria.
Por qué no viven juntos
El hecho de no vivir juntos de momento es una decisión que han tomado Iñaki y Ainhoa de forma conjunta: hacer las cosas poco a poco, gradualmente y con calma. No es el momento de dar ese gran paso. Ella, por sus hijos, de edades complicadas; él, principalmente por su madre, Claire.
"Ella va a respetar todo lo que haga su hijo, como siempre ha hecho, pero sus tiempos no son los mismos que los de Iñaki. También es verdad que, pese a estar bien de salud, tiene 86 años y existe la preocupación lógica. Iñaki está muy apegado a ella", se desliza.
Ambos están dejando atrás sus antiguos matrimonios. Iñaki y la infanta Cristina "están en proceso" de divorcio, pero se presupone más complejo que el de Ainhoa y su exmarido, Manuel.
De hecho, según confirman dos fuentes a este periódico, ella "ya está divorciada" y con todos los trámites efectuados. No se explican más detalles de esta rúbrica, sólo que el exmatrimonio "se lleva estupendamente y todo ha sido de mutuo acuerdo y mirando por los hijos. Te diré que él (Manuel) sigue viviendo en la casa familiar. No hay problema ninguno".
El día que todo cambió
El miércoles 19 de enero de 2022 siempre será un día marcado en el calendario personal de la familia de Urdangarin y de Borbón. La revista Lecturas publicaba unas imágenes donde se veía al exduque de Palma paseando por una playa de Hossegor junto a una mujer a la que pocas horas después se podía identificar con nombre y apellidos.
Ella era Ainhoa Armentia, una compañera de trabajo en el bufete Imaz & Asesores, donde Iñaki Urdangarin empezó a trabajar en el mes de marzo tras su paso por la cárcel de Brieva y de Nanclares de la Oca. Armentia era una mujer casada y madre de dos hijos.
Tal y como pudo saber EL ESPAÑOL, la hermana del rey Felipe VI (54) "lo sabe desde después de verano. De hecho, el pasado mes de septiembre fue lo que ella misma ha llamado el peor momento de su vida". Según explicó una de las mejores amigas de la exduquesa de Palma a este periódico, "a la infanta se lo contó su propio marido. Fue él quien se lo contó a ella y a sus cuatro hijos".
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