Para sus vacaciones estivales, el rey Mohamed VI (58 años) vuelve a elegir el norte de Marruecos, donde ya se organiza todo para su estancia a partir de este mes de junio. Como es habitual, el soberano alauita viajará primero a la residencia de Rincón, a 13 kilómetros del palacio real de Tetuán, una obra Patrimonio de la Humanidad de la Unesco a las puertas de la medina. El edifico de estilo hispano-morisco sirvió de morada al Sultán que estaba bajo protectorado español.
El verano pasado, a pesar de que todo estaba listo en su residencia a pie de playa en Rincón, el monarca no apareció. Fue la primera vez que renunció a sus vacaciones veraniegas desde que ascendió al trono en 1999, tras la muerte de su padre, el rey Hassan II. Entonces, prefirió quedarse en la residencia de campo a unos kilómetros del palacio de Fez, donde se había instalado esas Navidades.
Fue muy comentada su ausencia porque incluso en 2020, tras la pandemia y ser operado de una arritmia cardíaca en el mes de junio, disfrutó de un mes de descanso en Rincón y prolongó su estancia en Alhucemas hasta finales de septiembre.
Aunque no fueron unas vacaciones oficiales y no celebró la fiesta del trono en el palacio de Marchane en Tánger. En todo caso, esta primavera descansó en su residencia privada de Pointe Denis, a media hora de la capital de Gabón, Libreville, lugar donde suele pasar las vacaciones de fin de año.
La primera señal de que esperan al rey Mohamed VI en la región del noroeste del país es la desinfección. Más de mil hectáreas han sido tratadas con productos aprobados por el Ministerio de Sanidad.
Hasta el momento, una unidad aérea de la Gendarmería Real fumigó en 24 vuelos las ciudades de Tetuán, Martil, Rincón y Castillejos, conocidas por ser terrenos fértiles por la proliferación de insectos. En Tánger, otro equipo está llevando a cabo una operación paralela de tratamiento en tierra para controlar los mosquitos y sus larvas, especialmente en la zona industrial del aeropuerto, según informa el digital Le360.
El proceso está supervisado por un comité especializado de la región Tánger-Tetuán-Alhucemas y participan las autoridades locales de Tetuán y Rincón. La segunda pista que alerta que los preparativos para recibir a Mohamed VI están en marcha es el aumento de agentes de las fuerzas del orden en esas poblaciones. Esta semana la Policía ha permanecido de madrugada en las rotondas de Tetuán, algo usual cuando alguien se instala en el palacio. Aunque no ha llegado ningún miembro de la Familia Real, porque entonces esos agentes lucirían guantes blancos.
En todo caso, los servicios de seguridad deben poner en marcha los dispositivos de seguridad con adelanto para los viajes reales, ya que Mohamed VI se desplaza acompañado de un gran séquito. De todas maneras, aún falta movimiento en Tetuán. Por el momento, no se ven obreros encalando las calles, ni las flores ni las banderas con las que habitualmente se decoran las avenidas por las que va a transitar el monarca.
Invitado a una boda en Nador
Posteriormente, al igual que en 2020, también visitará la región noreste, cercana a Melilla. Una carpa real suele instalarse en la playa de Bouskour en Alhucemas, un espacio paradisíaco y de difícil acceso, cercano a la residencia. Busca el Mediterráneo para practicar deportes náuticos y navegar con su yate en zonas tranquilas.
Además, se espera al Rey en una boda en un resort de lujo de Nador. Se casa el hermano de uno de los compañeros de combate del inseparable amigo del soberano, el boxeador germano-marroquí Abu Bakr Azaitar (34). La asistencia del Rey al enlace dependerá de la discreción del enlace, porque esta relación de amistad no gusta en muchos sectores conservadores del país.
De hecho, desde hace un año la prensa ha emprendido una campaña mediática en contra de los tres hermanos Azaitar, dos deportistas de artes marciales y un empresario. Nacieron en Colonia de una familia de migrantes del Rif. Y desde que en abril de 2018 los recibió en palacio para felicitarles por sus éxitos deportivos se volvieron inseparables, pasando incluso una fiesta del Sacrificio del Cordero en su compañía. Es frecuente ver imágenes de estos encuentros en el Instagram de los Azaitar.
Precisamente, el diario Hespress publica esta semana un artículo titulado Azaitar: la gran degradación de los símbolos de la monarquía. Acusa a los tres hermanos, que califica como exconvictos, de abusar de las redes sociales, donde cuelgan fotos y vídeos que los vinculan de manera directa o por alusiones con la institución monárquica.
"Desde el escudo hasta el trono, pasando por la fotografía oficial del soberano, los atributos que dan forma a Marruecos y a su realeza se utilizan y distorsionan de una manera que ya es sinónimo de caricatura. Los marroquíes asisten impotentes a la degradación de los símbolos en los que se basa el trono. Es una decadencia de la que todos hablan en privado, pero que nadie se atreve a denunciar públicamente", difunde el digital más leído en Marruecos. A pesar de las presiones y las críticas, la amistad labrada entre los hermanos Azaitar y Mohamed VI y en los últimos cuatro años sigue su ritmo.
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