La noticia del atraco sufrido por Kim Kardashian (35 años) este lunes en el hotel parisino L'hôtel de Pourtalès ha dado la vuelta al mundo. La estrella estadounidense se encuentra en perfectas condiciones y rumbo ya a los Estados Unidos, después de ser apuntada con una pistola. Los ladrones, que iban disfrazados de policías y entraron en su habitación, se han llevado un botín valorado en 16 millones de dólares.
Entre los objetos sustraídos hay dos móviles pertenecientes a la celebrity, que podrían contener imágenes e información de incalculable valor. Mucho más que otros objetos sustraídos. Sin embrago, lo que más le ha dolido a Kardashian es el robo de un anillo de 4,5 millones, que le regaló su marido Kanye West (39). Se trata de la segunda sortija de matrimonio que el rapero compró a su mujer hace algo más de un mes. Es mucho más impresionante que la primera. Una joya de 15 kilates de Lorraine Schwartz Diamonds & Fine Jewelry, que Kim ha lucido una y otra vez en alfombras rojas y fiestas. De hecho, dos horas antes del incidente en su habitación, ella lo había mostrado a sus seguidores a través de una aparición en su perfil de Snapchat. Además, el anillo fue personalizado por West, que incorporó en el diseño el nombre de su hija, y al margen de su precio, lo que más le importa a ella es el valor sentimental irrecuperable.
No es la única alhaja que Kardashiam ha perdido. Los asaltantes también se llevaron un cofre con otras joyas de la actriz y modelo, según confirmó la Policía. Aunque no ha trascendido el contenido del mismo, las piezas que había en su interior son de igual o mayor valor que el anillo robado. La estrella americana es una amante de las joyas, y los diamantes y los oros son sus preferidos. Entre sus colgantes fetiche se encuentran uno de oro grueso y brillante que se pone tanto para un cóctel como para dar un paseo; y un asombroso collar de diamantes, que también le regaló su marido. Tiene otro muy parecido a éste último igual de costoso, pero que usa menos.
Tanto le gustan, que Kim Kardashian lanzó hace un par de años una propia colección de joyas, Belle Noel, diseñadas por ella misma. Está compuesta de collares, pulseras brazaletes y anillos, de corte oriental, que destacan por su tamaño y detalles. No es la única faceta de la celebrity, quien se hizo popular gracias a un reality sobre su propia vida. Ella también es productora y una mujer de negocios.
HOGAR, DULCE HOGAR
Cuando ocurrió el atraco, Kim Kardashian se encontraba en la habitación de su lujoso hotel en la capital del amor, después de haber asistido al desfile de Balenciaga y a una fiesta al aire libre de Gyvenchi. Tras ser encerrada en el baño y rescatada posteriormente por agentes de la Policía francesa, la socialité decidió abandonar rápidamente el lugar de los hechos. Se trasladó al aeropuerto donde se montó en un jet privado, desde donde se trasladó a Estados Unidos.
La única imagen que se ha podido captar de este momento es la de una Kim Kardashian, de negro riguroso, con una túnica que tapaba su cara. No ha querido mostrar su rostro después del mal trago. Y no ha sido el único, porque hace unos días también era atacada en París por un fan que se acercó a ella para besarle el trasero. Sus guardaespaldas se abalanzaron enseguida encima del espontáneo para proteger a la modelo y actriz. Con este panorama no es de extrañar que Kardashian esté de ya de vuelta a casa.