Fuentes de la policía francesa han confirmado este lunes que existen 16 detenidos por el robo a la estrella televisiva hace tres meses en París. Entre las personas investigadas por la autoridad parisina está el propio chófer de la celebrity. El conductor fue la última persona que dejó a la estadounidense y la vio entrar en el piso que alquiló en el país galo la noche del robo.
Kim Kardashian (36 años) acudía a la Semana de la Moda de la ciudad del amor. "Pensaba que me iban a disparar por la espalda", ha explicado la propia protagonista este fin de semana en el reality show del clan tras más de doce semanas en silencio. Hoy, los hombres enmascarados que entraron en su residencia parisina figuran entre los 16 detenidos a los que la policía ha dado caza gracias a las huellas de ADN encontradas en el lugar del delito y con los que podría estar relacionado el chófer habitual de la estrella norteamericana. Sin embargo, las pruebas halladas pertenecían en su mayoría a un viejo conocido de las autoridades galas por su implicaciones en gran parte de los robos de alto standing de la ciudad.
Fue en una noche de la primera semana octubre, mientras Kim descansaba en su cama para acudir al día siguiente al desfile de la Fashion Week, cuando unos hombres disfrazados de policía y a punta de pistola se adentraron en su vivienda. La trama duró muy pocos minutos, apenas seis según el atestado policial, pero se hicieron eternos en la mente de la estadounidense. Los asaltantes la sacaron de la cama y la metieron en la bañera de mármol del piso, donde permaneció atada y sin poder hablar con nadie.
Desde que ocurriera el suceso, la estrella se apartó de las redes sociales y se negó a aparecer en público hasta hace apenas cinco días. Sin embargo, no ha sido hasta este fin de semana cuando ha roto su silencio en el programa televisivo de la familia para hablar de lo que vivió en París. Quizá la celebrity fue informada de los avances policiales y por eso se ha visto segura para contar lo que para ella fue una pesadilla.
Con los 16 nombres ya bajo la tutela de las autoridades, es cuestión de tiempo que aparezca el que le ha arrebató a Kim algunas de sus joyas más preciadas, como el gran anillo que le regaló Kanye West (39) que seguro tendrá un valor sentimental alto pero su valor económico tampoco es insignificante: 4,5 millones de euros. El montante de lo robado asciende a 9 millones de euros, una cifra que podría recuperarla, pero que no ayudará a quitarle el susto del cuerpo, y es que después del robo Kim Kardashian decidió construir una habitación del pánico en su mansión de Los Ángeles.