Son dos modelos antagónicos. Y no sólo modelos de mujer. Michelle Obama (53) y Melania Trump (46) representan dos mundos, los mismos en los que se divide hoy Estados Unidos. La primera es una mujer que ha trabajado siempre (de hecho, conoció a su marido porque era su jefa), que no se ha relegado a sí misma a ser un mero florero, que ha escogido causas para defender y lo ha hecho dejándose la piel. Lo ha hecho, además, con un look cuidado y a veces incluso pionero.

Porque Michelle Obama ha descubierto al mundo nombres de diseñadores y ha demostrado que con unas buenas curvas se puede ser elegante. Melania Trump, mientras, sigue poniendo la mirada a lo lejos, lo que le da cierto aire de despistada, incluso de demasiado despistada. Esos ojos entornados que en los 80 eran lo más para posar ante la cámara son ahora un gesto curioso que aleja a la nueva primera dama de la tierra.

Melania conoció a su marido cuando él estaba casado con otra y pasaba su tiempo libre con una novia. Ella era modelo, procedente de una sencilla familia eslovena, y conocer a Trump le abrió un camino insospechado. Pero a pesar de tener un cuerpo casi perfecto y de poder lucir una belleza que ya querrían muchas a los 46 años, Melania no tiene quien la vista. Son muchos los diseñadores que se niegan a relacionar su nombre con el de Trump. Estados Unidos está dividido, tal como han demostrado las últimas elecciones, y Melania y Michelle representan a esos dos mundos opuestos. Lo hacen, además sin fisuras.

Look

Ahora que los Obama abandonan la Casa Blanca han sido incontables los medios que han recopilado los mejores looks de la ex primera dama. O lo han intentado. Porque Michelle Obama ha sabido escoger su ropa con precisión y ha mostrado una imagen moderna con trajes que le iban como guantes. Ya en su primera aparición como primera dama, hace exactamente ocho años, lució un modelo diseñado por Isabel Toledo, un descubrimiento entonces para los no connoiceurs.

El primer traje que lució Obama como primera dama

Paseó las calles de Washington DC caminando de la mano de su marido con aquel vestido amarillo casi dorado y un abrigo del mismo tono. Muchos supieron que había nacido una estrella. Sobre todo cuando por la noche, lució un espectacular vestido blanco largo de Jason Wu (otro descubrimiento de un creador que es ahora uno de los más reconocidos) que dejó boquiabierto a medio mundo. Ha dado a conocer algunos nombres en la moda, como los citados y Thakoon Manichgul o María Pinto, aunque también ha tirado de clásicos como Narciso Rodríguez.

Michelle Obama, a modo de Jackie Kennedy

Pendientes de su armario, los periodistas también han seguido su evolución física, cada vez más fibrada aunque no ha querido adelgazar mucho. Sobrepasa el 1,80 y usa la talla 44. Su pelo la de su pelo. Casi siempre ha llevado media melena, que combinó una vez con un atrevido flequillo que no le favorecía del todo. 

Melania Trump tiene una larga carrera como modelo

Pese a tener una reconocida carrera como modelo, a Melania Trump le falta gracia. Siempre luce el mismo peinado, una larga melena con mechas degradadas (balayage), que le sientan fenomenal pero que no la hacen destacar. Quizás porque no lo necesita. Con su 1,80 metro de altura viste una talla 38. Y le gusta mostrar sus formas, algo que insinúa con vestidos ceñidos. Con esa percha, seguramente jamás pensó que sufriría un boicot del mundo del que procede.

Melania Trump, vestida de Dolce&Gabbana

Pero así ha sido, y diseñadores como Donna Karan, Calvin Klein, Diane von Furstenberg, Michael Kors y Marc Jacobs anunciaron en noviembre, tras la victoria de Donald, que no pensaban vestir a la primera dama. Pero las quejas han cesado desde algunos sectores del mundo de la moda y ya han aparecido los primeros diseñadores orgullosos de vestirla: Dolce&Gabbana fueron los primeros de una lista que engloba a marcas como Carolina Herrera, Rag&Bone, Thom Browne, Tommy Hilfiger. Y hasta Diane von Furstenberg parece que ha dado marcah atrás. El escaparate es demasiado goloso.

Gestos

Obama es una profesional que ha querido incluso profesionalizar su presencia en la Casa Blanca. "Mamá en jefe", se autoproclamó, como madre Malia (18) y Sasha (15). Con un carisma al que muchos apelan para que se presente como candidata a la presidencia, la ex primera dama ha sido una de las más destacadas de la historia de Estados Unidos. Difícil superarla, fuera quien fuera su sustituta. Con unos brazos torneados y fuertes, una sonrisa franca y abierta, y un discurso no aprendido, Michelle Obama ha sabido meterse a medio mundo en el bolsillo. Es lo que tiene tener una buena cabeza y una buena autoestima.

Obama con sus hijas Maalia y Sasha

Con una sonrisa que podría parecer incluso tímida, Melania Trump no da sensación de seguridad. Su pasado de modelo le sirve para saber cómo enfrentarse a las cámaras, lo que suele hacer con esa citada mirada perdida en la distancia, como si fuera miope, que ya ha provocado la mofa de algunos sectores. Habrá que ver, claro, cómo evoluciona su gestualidad una vez entre como inquilina en la Casa Blanca, pero por ahora se ha mantenido en un segundo plano.

Melania Trump y su característica mirada perdida

Objetivos

La ex primera dama ha liderado numerosos proyectos que llevan su firma de manera inequívoca. Desde el huerto de de 100 metros cuadrados que plantó en los jardines de la Casa Blanca (The Kitchen Garden), hasta las decenas de campañas para promover el deporte entre los más jóvenes en su empeñada lucha contra la obesidad. También ha liderado el movimiento Let girls learn (dejad que las niñas aprendan) en defensa del derecho a educación de todas las menores. Esa Mamá en Jefe ha demostrado que se puede hacer política sin tener un cargo político.

Michelle Obama trabaja el huerto

Ha dicho, en las pocas veces que ha hablado desde que su marido fue elegido presidente, que quiere dedicarse a las causas sociales. Está por ver si Melania Trump continuará la labor del huerto de Obama, e incluso si querrá seguir con alguno de sus proyectos. Ambas mantienen una relación cordial y podría ser que Melania, bien asesorada, sepa sacar partido del trabajo heredado.

Melania Trump en una foto de estudio

Carrera

Los Obama pasarán a la historia por incontables cuestiones, nadie la duda. Y una de las más destacables es que han sido el primer presidente y la primera primera dama de Estados Unidos de raza negra. Afroamericanos, dicen en su país. Michelle es mucho más que eso. Licenciada en Derecho por Harvard, con estudios sobre Sociología e historia Afroamericana en la Universidad de Princeton, la ex primera dama destaca por tener una carrera impoluta que tuvo que abandonar para acompañar a su marido. Natural de Chicago, fue allí donde conoció a su marido. Era su jefa.

Obama con Nelson Mandela

También Melania Trump es pionera en algo: es la primera primera dama de la historia que ha posado desnuda. Al menos que se sepa. Es la tercera esposa del presidente, algo en lo que también es pionera. No lo es por su carrera de modelo, puesto que Pati Nixon y Betty Ford lo fueron, y Nancy Reagan fue actriz, una profesión relacionada con la moda.

Trump no es la primera primera dama modelo de la historia

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