Una de las razones principales por las que Barron, el hijo de Donald Trump (70 años) y Melania (46), no se ha trasladado a la Casa Blanca y continúa viviendo en la Torre de su padre, junto a su madre, es su educación. El nuevo presidente de los Estados Unidos y su mujer no quieren que su pequeño tenga que pasar por el trauma que puede suponer a un niño de tan sólo 10 años cambiar de colegio en medio del curso escolar. Por eso, Barron seguirá asistiendo a sus clases en Columbia Grammar & Preparatory School, un centro elitista situado en Manhattan (Nueva York). La prestigiosa institución cuesta más de 36.000 euros al año.
La diferencia es que si antes Barron podía pasar más o menos desapercibido entre el resto de los alumnos, ahora no lo hará. No sólo porque su rostro se ha hecho más que popular, sino porque por motivos de seguridad llevará a la escuela un escuadrón de escoltas. Según TMZ, el hijo de Donald Trump se traslada ahora al colegio en un coche blindado conducido por miembros de la Agencia Central de Inteligencia (CIA) de Estados Unidos, que va cortando calles y avenidas a su paso. La ruta cambia cada día también por la protección del menor. Y antes de que el pequeño entre en clase, una avanzadilla pasa por el centro educativo para comprobar que todo está en orden.
Es tal el revuelo en las aulas, que el director del colegio, Richard Soghoian, se ha visto obligado a enviar un comunicado al resto de los padres para calmar sus ánimos. Están preocupados por cómo puede afectar la nueva situación a los demás estudiantes: "Ya hemos dado instrucciones y añadido más personal de seguridad bajo la guía de expertos altamente conocedores y veteranos del Servicio Secreto. Les podemos asegurar que no sólo son muy experimentados y diestros, también son discretos", aseguró Soghoian.
Fundada en 1764, Columbia Grammar & Preparatory School es una de las escuelas independientes más antiguas de los Estados Unidos. Cuenta en sus anales con otros alumnos famosos como la actriz Sarah Michelle Gellar o Herman Melville, el autor de Moby Dick. El colegio cuenta con un plan de estudios preparatorio para la universidad con un serio énfasis en arte, música y drama. De aquí, que la institución tenga dos teatros entre sus edificios. Su campus es el más grande de Manhattan con más de 1.300 alumnos.
Cuando Barron no está en el centro educativo pasa gran parte de su tiempo en la Torre Trump donde posee una planta para él solo. Aquí es donde el pequeño se refugia de las miradas y los comentarios vertidos sobre su persona. Y es que proteger su intimidad es otra de las máximas de su familia. Sobre todo después de que el menor se haya convertido estas semanas atrás en centro de la mofa. Su padre ha tenido que pedir respeto para él al tratarse de un niño.