Andrea Contin (49 años) grababa las relaciones sexuales que tenía en su casa y tapaba las cintas con mantas. Nada excepcional si no fuera porque su casa era la iglesia de San Lázaro, en Padua, las mujeres eran feligresas y las mantas llevaban escrito el nombre de varios papas. A Contin lo investiga la Fiscalía italiana por prostituir a nueve mujeres (de 45 a 55 años), muchas de ellas asiduas al templo religioso, por violencia doméstica y por prevaricación. Cuando la policía entró en la iglesia para registrarla, Contin estaba a punto de oficiar un funeral.
Todo saltó por los aires a finales de diciembre, cuando una de las amantes de Contin lo denunció por haberla golpeado. Y la bola no ha hecho más que agrandarse. La situación es compleja y ha dejado a Italia boquiabierta. Porque cuando la policía registró la vicaría encontró un auténtico sex shop. Vídeos porno (escondidos bajo mantas, como decíamos, con los nombres de varios papas), todo tipo de artilugios sexuales, algunos incluso para practicar sexo duro, decenas de dvd, cámaras...
"Con hombres de color"
"He tenido sexo con cinco parroquianas", admitió al verse acorralado, "a veces en la vicaría. Algunas otras veces con hombres de color". No sólo eso. A Contin le gustaban las orgías, gusto que compartía con otros párrocos de la zona. Como Roberto Caravazza (41), cura de Carbonara di Rovolon, muy querido entre sus feligresas y famoso por parecerse a George Clooney. Con él se acostaban algunas de las mujeres que Contin grababa. La policía investiga a otros dos curas de quienes se desconoce la identidad por el momento.
Amante del lujo, Contin solía ir a caros restaurantes y hoteles selectos. Escondía en casa de sus padres un Jaguar valorado en 70.000 euros y la policía ha encontrado hasta cinco cuentas millonarias a su nombre. Todo imposible con un sueldo oficial de 1.050 euros mensuales. La venta de pornografía y la prostitución de algunas de sus amantes son la explicación que por el momento ha encontrado la Fiscalía, que pide respeto por la presunción de inocencia de los curas implicados.
El dinero que acumulaba el cura tenía más objetivos. Sí, muchos más. Porque le gustaba llevar a sus amantes de vacaciones, y lo hacían a lo grande. La costa de Croacia, París, el campo toscano... Alguna de ellas visitó incluso Cap d'Agde, un pueblo nudista 100%, fundado en los 60, que popularizó Michel Houllebecq (60) en su famoso Las partículas elementales. Huelga decir que el escritor francés no es conocido precisamente por sus virtudes sociales (seguramente, si ha sabido de esta historia, estará pasándolo bastante bien).
Ante el escándalo, el secretario general de la Conferencia Episcopal Italiana, Nunzio Galantino, ha declarado: "Hay sufrimiento y vergüenza por el comportamiento de algunos curas, pero tengo el orgullo de decir que no representan a la Iglesia".
Tanto Contin como Caravazza han puesto pies en polvorosa y nadie sabe dónde están. Tampoco se conoce el paradero de la familia del primero, que ha preferido esconderse antes que tener que dar explicaciones sobre su hijo.
Un hijo de 4 años
Porque la cuestión es asunto nacional en Italia, donde cada día la prensa da cuenta de los últimos (y escabrosos) detalles del caso. La amante que le denunció ha dicho a la policía que el cura tiene un hijo de cuatro años que nunca ha querido reconocer aunque lo mantiene económicamente, y que le pedía tener otro con ella.
"Primero debemos entender todo lo que ha pasado y lo que puede suceder", ha dicho Michele Godina, su abogado, "después lo aclararemos todo". Mientras, Marco Cagol, vicario episcopal de la diócesis ha declarado: "Es una herida. Una herida para la diócesis entera". Y así daba explicaciones sobre la decisión de apartar a Contin del servicio.
Aunque en esta diócesis tiene experiencia en tratar asuntos parecidos. Porque lo curioso es que en 2015, el antecesor de Contin fue relevado de la misma iglesia de San Lázaro al reconocer que había tenido un hijo con una feligresa.