Su compañero de Moonlight, Mahershala Ali (43 años), fue el que se llevó la estatuilla del Oscar el pasado domingo, pero es Trevante Rhodes (27) el que se ha coronado ganador en la 'categoría' de mejor cuerpo del reparto.
No es de extrañar que luzca unos músculos tan definidos y un abdomen tan trabajo, ya que ha dedicado gran parte de su vida al atletismo. Rhodes empezó a interesarse por el deporte en la preadolescencia cuando estudiaba en el Instituto de Little Elm en el que compartía aula y campo con el jugador profesional de fútbol americano, Cole Beasley, del equipo Dallas Cowboys.
Como juvenil tuvo sus años dorados en su verdadera pasión, el atletismo. Triunfó en los campeonatos de las carreras de 100 y 200 metros, y alzó al condado de Texas a lo más alto cuando lo representó en 2009 en la carrera de 4x100 metros marcha en la Competición Pan Americana de Atletismo Junior, en la que consiguió la medalla de oro.
Terminó sus estudios y viajó a Los Ángeles donde enseguida encontró trabajo como actor aunque fuera en papeles pequeños o secundarios. Poco a poco su nombre sonaba ya entre los directores cercanos a Hollywood y compartió escena con algunos de los rostros famosos del cine como Elijah Wood (36), actor de El señor de los anillos.
También ha participado en series de grandes canales como FOX o HBO, pero su fama se ha catapultado gracias a su papel principal en Moonlight. Es la primera vez que Trevante se atreve a interpretar al protagonista de una superproducción americana, por lo que se ha convertido en la mejor oportunidad para disparar su popularidad en una profesión en la que apenas lleva cuatro años.
Actualmente se encuentra rodando dos películas. Lleva varios meses inmerso en la grabación del film Horse Soldiers en la que comparte cartel con Chris Hemsworth (33) y en la que interpreta un pequeño papel la mujer de éste, la española Elsa Pataky (40). Pero desde mediados de enero ha comenzado a trabajar en la cinta The Predator, que tiene previsto estrenarse en 2018.
En solo un año ha participado en casi tantas películas como desde que empezó en el mundo del Arte Dramático. Una cifra que seguro aumentará tras haber dado vida al protagonista de la Mejor Película del año y después de que su rostro - y su cuerpo - llene las carteleras de todo el planeta.