Cuando uno se dispone a repasar el elenco de la próxima película de Álex de la Iglesia (51 años) no se imagina que entre los actores protagonistas del filme El bar, que se estrenará el próximo viernes, va a encontrarse con el hermano de una primera dama. El nombre de Alejandro Awada (55) no resulta familiar, pero el apellido no da lugar a dudas: se trata del cuñado del presidente argentino Mauricio Macri (58) y hermano de la mujer de éste, Juliana Awada (42), que hace tan sólo unas semanas mantenía un auténtico duelo de estilo con la reina Letizia (44) durante su última visita a España.
Lo cierto es que el cineasta español ha contado para su última película con el intérprete argentino, que desde hace años mantiene un notable distanciamiento tanto con su hermana como con su cuñado, a cuenta de su ideología política.
Las desavenencias comenzaron mucho antes de que Juliana se casara con Macri, aunque se acentuaron tras la boda, en 2010, a la que el actor ni siquiera acudió. "Me tocó que mi hermana menor, a la que considero buena persona, se casó con un señor que es representante para mí de lo que hace mucho daño a la Argentina, que son los grupos concentrados de poder y el manejo de la política al servicio de intereses personales y particulares de ciertos sectores", llegó a afirmar Alejandro Awada, quien siempre se confesó cercano al Kirchnerismo.
"Es la hermana menor a la que siempre quise mucho, y la respeto. Sólo que tenemos dos visiones distintas y queremos dos Argentinas distintas. Eso es todo. siempre le deseé que desarrolle un proyecto personal, que se realice como mujer y trabajadora. Agarró para donde agarró porque entiendo que le gusta eso y ama eso", señaló recientemente. Meses antes había llegado a comparar a su cuñado Macri con Mussolini. Sus palabras no dejaron indiferente a nadie y generaron una oleada de críticas.
El intérprete nunca se tomó bien que parte de su familia se distanciara de él por esta cuestión. "Que alguien deje de apreciarme porque yo piense de determinada forma es demasiado", llegó a decir el argentino, que cuenta con un reconocido prestigio en su país.
Cuatro mujeres y una hija
Alejandro Awada siempre ha sido el rebelde de su saga. Procedente de una familia sirio-libanesa, estudió en un colegio bilingüe alemán e intentó hasta en dos ocasiones formarse en Económicas. Posteriormente trabajó en una fábrica de su padre y en 1988 debutó en el teatro. El cine llegó cuatro años después.
El distanciamiento entre ambos se extendió también a la hija que Alejandro tuvo con la bailarina Melanie Alfie, Naiara Awada, una actriz muy activa en las redes sociales que a sus 22 años se postula además como concursante del certamen Bailando, lo que no es de extrañar teniendo en cuenta la profesión de su progenitora, cuyo matrimonio con Awada duró ocho años.
Lo joven también tiene una vida interesante. Muy aficionada a publicar fotografías sensuales en sus redes sociales, Naiara se muestra siempre activa en lo que a la lucha contra las injusticias se refiere. Tal es así que recientemente se sumó a la iniciativa #stopbullying y llegó a reconocer en un vídeo que fue víctima de acoso escolar cuando estudiaba secundaria.
En dicha intervención, Naiara Awada aprovechó la ocasión para realizar una llamada de atención a los políticos -entre los que se encuentra su propio tío, Mauricio Macri- a fin de que actúen para frenar este tipo de acoso.
La de Melanie Alfie no ha sido la única relación importante que ha mantenido el hermano de Juliana Awada a lo largo de su vida. Está separado de otras dos mujeres más: la actriz Marina Borensztein -hija de un conocido humorista y casada en la actualidad con un director de teatro argentino- y la directora Sabrina Farji (52), con la que estuvo casado cuatro años. Desde 2013, Awada mantiene una relación con la diseñadora y arquitecta Mishal Katz.
Una reconciliación escenificada
La tregua pública llegaba hace unos meses en el Teatro Nacional Cervantes, donde Alejandro Awada representaba una obra teatral. "Hubo una distancia interesante durante mucho tiempo y últimamente cada tanto hablamos por teléfono", desveló el actor.
Un abrazo y una fotografía sirvieron para llevar a cabo una reconciliación pública que, a juzgar por los últimos mensajes de Naiara Awada, no ha terminado de afianzarse de forma privada.
Y eso que Alejandro trata de mantener la prudencia y no hablar de política en sus últimas comparecencias públicas a fin de no herir a su hermana.