El Senado de Estados Unidos ha confirmado a Duke Buchan (54 años) como el nuevo embajador de Estados Unidos en España y en el principado de Andorra. Durante esta estancia en nuestro país estará acompañado de su mujer, Hannah Buchan, y sus tres hijos.
El empresario fue designado por Donald Trump (71) como recompensa por ser uno de los primeros que mostró su apoyo pública y económicamente, según distintos medios estadounidenses. Duke aportó a la campaña presidencial 898.000 dólares, el máximo permitido por la ley estadounidense.
Aunque todavía no han pisado suelo español, la llegada del matrimonio está suscitando una gran expectación en la capital. El anterior embajador, James Costos (54), y su marido, Michael Smith (53), transformaron la vida social de la élite española y dejaron el listón muy alto.
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Enamorados de todo lo español
Con este nombramiento, Duke consigue cumplir uno de sus sueños. Desde muy joven, el empresario sintió verdadera pasión por todo lo que estuviera relacionado con nuestro país, razón por la cual se licenció en español, además de en economía, en la Universidad de Carolina en 1985.
Asimismo, pasó una estancia estudiando en la Universidad de Valencia y en la Universidad de Sevilla, ciudades donde terminó de perfeccionar su español y donde, además, adquirió un conocimiento práctico del catalán. "El estudio de la lengua, literatura y culturas españolas me proporcionó un pasaporte a un mundo fuera de Estados Unidos y me incluyó una perspectiva global. Nunca olvidaré cuánto me divertí bailando flamenco en la Feria de Abril ni haber visto las majestuosas procesiones religiosas de Semana Santa en Sevilla", ha recordado el futuro embajador.
Y tanto que se enamoró de España. En 2011, consiguió que su familia (que también posee una gran fortuna) apoyara a distintos profesores, graduados y estudiantes en lo relacionado con la lengua, la literatura y la cultura españolas a través del Fondo de Excelencia Buchán. Además, ha hecho que sus tres hijos estudien español en el colegio, algo que les vendrá muy buen cuando se muden a nuestro país.
Les encanta el polo y los eventos sociales
Tanto Duke como Hannah sienten verdadera pasión por el polo, hecho que les ha motivado a poseer una granja donde se crían caballos. Ya sea en Nueva York, en Palm Beach o en Florida (ciudades donde residen habitualmente) son fijos en todos los certámenes que se celebran.
Sabedores ya de las aficiones de los nuevos embajadores, los principales clubs de la capital están deseosos de contar en sus salones con unos invitados tan célebres. En este sentido, el centro que tiene más posibilidades es el Club de Campo, que en 2014 recuperó esta tradición y, para cuando estén fuera de la capital, Sotogrande también es una gran opción.
Otra de las grandes aficiones de los nuevos embajadores son los eventos sociales, ya sea como invitados o como anfitriones, como se desprende de la crónica social de Nueva York y Palm Beach. Un ejemplo de sus virtudes como anfitriones lo encontramos en 2011, cuando la señora Buchan ofreció un cóctel para honrar a los contribuyentes del proyecto para conservar Central Park en el dúplex que posee la familia en pleno Uper East Side, la zona más exclusiva de Manhattan.
También Duke ha hecho gala de sus capacidades como anfitrión en 2016, cuando ofreció una gala en los Hamptons para recaudar fondos. Consiguió que en la lista de invitados figuraran nombres tan ilustres como Pepe Fanjul (73), amigo del rey Juan Carlos y uno de los hombres más poderosos de América Latina, o Marco Rubio (46), el senador republicano de Florida.
Ahora queda por ver si los nuevos embajadores seguirán la línea marcada por sus sucesores, que consiguieron convertir la embajada de Estados Unidos en uno de los centros más exclusivos de la vida social de la capital.
Un matrimonio con una gran fortuna
En 2001, Duke fundó en Florida la compañía Hunter Global Investor, una empresa especializada en inversión en el sector inmobiliario o capital riesgo. Con su gestión el estadounidense, que ya acumulaba una gran fortuna gracias a su familia, consiguió afianzar su posición en la lista de los multimillonarios.
Es tanto así, que si hay algo que resalta la prensa del país norteamericano es su olfato para los negocios. En este sentido, en 2009 la sección del real estate del Times le dedicó una página cuando compró un dúplex en Park Avenue por 9,55 millones de dólares. Después de reformarlo, intentó venderlo por casi 14 millones, una operación que se vio frustrada debido al estallido de la burbuja inmobiliario que le obligó a rebajar el precio varios millones.
Hannah Buchan también es una empresaria de éxito. Formada en finanzas en la Universidad de Vermont con un máster en la Leonard Stern School of Business de la Universidad de Nueva York, fundó su propia compañía, Notch Capital Partners L.P., además de ser la directora general de la empresa de su marido.
Asimismo, a parte de estas empresas, el matrimonio posee una granja donde cultivan más de 100 variedades de verduras y crían caballos. Se especializan en productos orgánicos, teniendo más de 60 tipos de tomates que sus hijos vender en los mercados locales y a restaurantes. También son unos grandes apasionados del vino, para lo cual realizó un curso de sommelier, según el New York Times.