Demi Moore (56 años) ha sacado todo lo que lleva en su interior para plasmarlo en un libro. Literalmente. Sus memorias, contadas a la periodista Diane Sawyer, de ABC News, se han recogido en su primera obra literaria Inside Out, lo que se traduce como "de adentro hacia afuera". En él, la actriz ha desvelado incluso el lado más doloroso y oscuro de su vida del que nunca antes se había atrevido a hablar.
El relato cuenta cronológicamente su historia vital. Su época infantil ha sido el episodio más duro que le ha costado revelar. Y es que pasó sus primeros años de ciudad en ciudad escapando del cobrador del frac, del que huían continuamente sus padres, dos progenitores que vivían inmersos en las infidelidades y el alcohol.
Envueltos en tanta oscuridad y problemas, la madre de Demi Moore pensó en el suicidio, y la actriz, que entonces tenía solo 12 años, tuvo que ser testigo de la negativa de su madre a seguir viviendo.
Precisamente la progenitora de Moore fue la culpable de uno de los recuerdos más horribles que guarda la hollywoodiense en su memoria. "Llego a casa una noche y me encuentro a un hombre mayor al que conocía con las llaves del apartamento. Fue una violación, y una traición devastadora". Estas líneas aparecen a fuego en el primer libro de Demi, en las que se refiere a la noche en la que con apenas 15 años fue violada con el consentimiento de su madre, y así se lo hizo saber su acosador tras el violento acto: "¿Cómo te sientes al ser prostituida por tu madre por tan solo 500 dólares?".
Pasaron los años, y las duras vivencias de aquella joven Demi calaron en ella hasta el punto de que las drogas y el alcohol se convirtieron en su refugio. La actriz era una veinteañera cuando los excesos la llevaron a tener que acudir a rehabilitación por primera vez. Pero la vida continuó poniendo obstáculos a Moore y tras el desengaño amoroso con Ashton Kutcher (41), que le fue infiel en varias ocasiones, tuvo que ingresar de nuevo para curarse de su drogadicción, ya que sufrió una sobredosis en una fiesta ante la mirada de su hija.
El consumo de sustancias ha sido el mayor peligro de Demi, tanto en su infancia por lo que respecta a sus padres como de adulta por sus desequilibrios emocionales. Pero, al contrario que en su pasado, la actriz ha sabido mantener a su familia sana y alejada de los malos hábitos. Y es que junto a sus tres hijas, Rumer (31), Talulah (25) y Scout (28), fruto de sus 13 años de matrimonio con Bruce Willis (64), ha formado un tándem unido y lleno de amor y salud.
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