Jacques Chirac ha fallecido este jueves a los 86 años de edad a causa de una infección pulmonar contra la que llevaba luchando más de una década. Durante el tiempo que ejerció como presidente de la República de Francia, el líder de derechas se hizo conocido por sus victorias políticas y por su fama de mujeriego, sobre todo con periodistas y compañeras de partido.
Las supuestas relaciones extramatrimoniales de Jacques Chirac eran un rumor y una preocupación constante en el palacio del Elíseo, que han quedado recogidas en varios libros de autores franceses donde se desvelan los detalles más escabrosos de estos encuentros íntimos. En la publicación Les Chirac, les Secrets d'un clan, escrito por la periodista Beatrice Gurrey de Le Monde, se asegura que durante su mandato Chirac tuvo numerosas amantes con las que tenía breves citas sexuales, por las que pronto recibió el apodo de 'Monsieur cinco minutos, ducha incluida'.
Una larga lista de amantes
De entre todas las amantes de Chirac, hay algunos nombres que sobresalen. Una de las mujeres más importantes de su vida fue Jacqueline Chabridon, periodista de Le Figaro. La pareja se conoció en 1975, cuando Jacques era primer ministro de Valéry Giscard d'Estaing. A pesar de que no compartían los mismos puntos de vista en lo que a política se refiere, sus inclinaciones culinarias y la atracción física que ambos sentían desembocó en una tórrida historia de amor.
Chirac decidió alquilar un apartamento cerca del Elíseo para poder encontrarse con ella, e incluso llegó a mencionar la posibilidad de casarse con ella. Sin embargo, una buena amiga suya, Marie-France Garaud, consiguió disuadirlo: "No nos divorciamos cuando queremos alcanzar el cargo más alto".
Además de periodistas, Jacques Chirac también se sentía atraído por algunas compañeras de partido. Una de las relaciones más sonadas fue con Michèle Barzach, quien fuera ministra de salud entre 1986 y 1988. Según los autores del libro Sexus Politicus, el líder de derechas le encontró "mucho encanto" a su compañera, y no dudó en llegar una hora tarde a una sesión parlamentaria de gran relevancia "sosteniendo la mano de Michèle Barzach".
Años después llegó a su vida Elisabeth Friederich, periodista de AFP en París cuando Jacques era alcalde de esta ciudad. En la década de los 90, cuando la trayectoria política del francés se veía asediada por un escándalo con unos unos billetes de avión pagados por el jefe del Estado en efectivo, se hizo pública una fotografía del futuro presidente en un palacio de Mauricio, en compañía de Friederich. Estas instantáneas no tuvieron mayor trascendencia, y la relación con la periodista terminó enfriándose.
En la década de los 90 también tuvo lugar uno de los escándalos más polémicos del presidente francés, cuando Lady Di falleció en un accidente de tráfico en París en agosto de 1997. Chirac era en ese momento presidente de Francia y, dada la gravedad de los hechos, su equipo quiso ponerse en contacto con él para que estuviera al frente de la crisis. Sin embargo, nadie podía encontrarlo. ¿La razón? El líder de derechas estaba en casa de la actriz italiana Claudia Cardinale.
Un matrimonio de fachada
Su esposa Bernadette, con la que contrajo matrimonio en 1956, era consciente de todos estos affaires. La francesa era una mujer complaciente que, según las informaciones de varios expertos, conocía a la perfección todo lo que hacía su marido. Cuando la primera dama francesa le preguntaba si iba a cenar en casa, este solía contestarle: 'Me estás poniendo de los nervios', y posteriormente se citaba con alguna de sus amantes.
En el libro Conversation con Patrick de Carolis, la esposa de Charic explicaba: "En este momento, en la primera prueba (del affaire), la gente se va [...]. En lo que a mí respecta, dudé porque tenía hijos y tal vez porque estaba atrapada en las tradiciones familiares. Las convenciones hicieron que, frente a este tipo de situaciones, ofreciéramos una fachada y la entendiéramos".
Esta fidelidad también la compartió Jacques Chirac. A pesar de todas las mujeres con las que se le relacionó, su círculo más seguro asegura que el líder de derechas nunca pensó en abandonar a su mujer. "Los humanos somos los cromañones de la prehistoria. Siempre para cazar y correr tras el cerdo. Pero, al final, tenemos que volver a nuestra cueva, y yo necesito esta cueva para encontrarme. Sin ella sería infeliz como las piedras", le dijo el expresidente a su amigo Franz-Olivier Giesbert, en unas declaraciones que recoge el medio Gala.
Dos hijas en común, y una adoptada
Jacques y Bernadette tuvieron dos hijas en común, Laurence que nació en marzo de 1958 y Claude, que nació en diciembre de 1962; y una tercera a la que adoptaron, Anh Đào Traxel.
"Laurence era la niña más exquisita, Curiosa por toda, cariñosa, juguetona, le encantaba tocar el piano", explica Carolina Pigozzi en su libro Jacques y Bernadette en privado. La mayor de los Chirac era una niña risueña que se educó en los mejores centros de París y con un gran futuro por delante.
En el verano de 1973, no obstante, sobrevino la tragedia. Laurence fue víctima de una meningitis durante una regata de navegación en Córcega, y tuvo que ser repatriada a París para ser atendida en el hospital Pitié-Salpêtrière. El incidente pronto causa anorexia nerviosa severa y depresión crónica profunda a la joven que en ese momento tenía 15 años y medio. Tanto su vida como la de su familia nunca volvió a ser la misma, y esta tragedia les marcó hasta la muerte de Laurence en abril de 2016 tras sufrir un paro cardíaco.
"¿No he estado allí lo suficiente para ella? ¿Sufrió mucho sin que yo tuviera suficiente aviso? Estas son preguntas que inevitablemente me he hecho a mí mismo", escribió el propio Chirac en sus memorias.
La pareja también fue tuvo otra niña, Claude. La pequeña nació en 1962, cuando su padre se encontraba inmerso en la política de más alto nivel de Francia. Debido a este exigente trabajo, Jacques casi nunca se encontraba en casa y esta ausencia afectó fuertemente a la joven. "Claude tiene la edad suficiente para sentir la falta, aún no para expresarla", escribió Erwan L'Éléouet en su libro Bernadette Chirac, los secretos de una conquista.
Esta situación cambió drásticamente cuando Claude llegó a la edad adulta. Viniendo de una familia poderosa, la joven decidió dedicarse también a la política y en poco tiempo se convirtió en uno de los apoyos fundamentales de Chirac. La hija menor trabajó consultora de comunicaciones, y se mantuvo a su lado tanto en sus éxitos como en su descenso al anonimato en la vejez.
Anh Đào Traxel es la tercera hija de Jacques y Bernadette Chirac. Nacida en el actual Vietnam en 1957, la joven fue acogida por la pareja en 1979 cuando tenía 21 años de edad. Vivió en la casa del presidente durante dos años e hizo carrera en la administración francesa. Sin embargo, en 2014 aseguró que no tenía contacto con la familia Chirac.
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